El mérito de Forbes consiste en hacer creer al mundo que la gallina de los huevos de oro es un ejemplo de superación, un ave hecha a sí misma, y que el rey Midas tiene un pasado republicano. Su mérito estriba en hacer creer al mundo que ser rico es una hazaña digna de reconocimiento y que tener una cartilla saneada es un logro equiparable al descubrimiento de la penicilina, con Carlos Slim en el papel de Fleming sin bacilo, Billy Gates a los mandos del laboratorio y Amancio Ortega a cargo del vestuario médico.
Contra el pérfido modo de entender el poder del dinero de la revista surge a modo de contrapeso el informe de Intermón, que describe la situación actual como más gusta a los ricos, con números, si bien la suma no desemboca en plusvalía sino en drama. Intermón asegura que 20 españoles acumulan la misma cantidad de euros que 5 millones de compatriotas. A mí esto me preocupa no sólo por el descamisado, sino también por el que se hace trajes a medida, pues, aunque no lo sepa, es esclavo quien admira el dorado de la jaula sin darse cuenta de que lo observa desde dentro.