Acabo de enterarme de que una mujer dio más de dos millones de dólares a una vidente del sur de West Palm Beach, en Florida (EEUU), para que limpiara su "negatividad y la "mala energía" de su vida. Así, como suena.
Y no se trata de un caso aislado, por desgracia: en noviembre pasado, otra mujer residente en Boca Ratón, en la costa sureste de Florida, pagó 109.000 dólares a otra vidente que le dijo que era víctima de una maldición y que sólo ella podía quitarle el mal de ojo.
Hace varias semanas escribí un artículo sobre las videntes y hoy tampoco debo dejar de alertar a tantos incautos que pululan aún por todos los rincones del mundo.
Pues eso, incautos: acudan a un exorcista católico, que no cobra en ninguna divisa del mundo, porque su servicio es gratuito y muy eficaz en la inmensa mayoría de los casos.
Ah! Y ojo con las videntes: sé de cinco mujeres que aseguran tener hoy locuciones con Jesús y la Virgen nada menos. No niego que sea verdad pero permítanme al menos, lectores, el beneficio de la duda. Jesús y la Virgen, en su caso, como advertía recientemente el Papa Francisco, no son "funcionarios de Correos" que repartan diariamente y a discreción "correspondencia" en vivo y en directo.
Me basta y me sobra con los Santos Evangelios y con las mariofanías aprobadas por la Santa Madre Iglesia. Léase Fátima, Lourdes o La Salette, por ejemplo.
De videntes está hoy el mundo lleno, pero sólo Dios sabe cuántas de ellas dicen la verdad y cuántas mienten para sacarle los cuartos a tantos ingenuos.
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