En este contexto de crisis de resultados los responsables del desaguisado juegan al achique mientras buscan una cabeza de turco. La de la Iglesia, por ejemplo, que es una buena opción desde Mendizábal. Para una parte de la clase política el clero es lo que Rusia para Franco, un enemigo recurrente al que echarle el muerto encima para que el pueblo llano anticlerical pida convertir el cuerpo místico en cadáver exquisito. Huelga decir que el pueblo llano anticlerical no cree que la resurrección es la buena vida.