Mons. Celli señala una realidad. La Iglesia está y vive en red en estos momentos. El Santo Padre se plantea utilizar las Tecnologías de la Comunicación para abordad el reto de una Iglesia Sinodal, en que los cardenales puedan reunirse mediante videoconferencia.
Muchos cristianos ya viven entre dos comunidades, la más cercana en su parroquia, grupo, movimiento y una nueva comunidad que le une a otros católicos de todo el mundo. Es cierto que también existen católicos que viven aislados de la Iglesia local y universal. Viven su fe como algo personal, en la intimidad de si mismos. Nadie duda que la Comunión de los Santos nos enlaza a todos, pero cada vez es más peligroso quedarse al margen de las realidades eclesiales que trascienden nuestra práctica devocional y sacramental cotidiana.
Mons. Celli nos dice más: "necesitamos del Santo Padre, necesitamos que nos aliente, acompañe, nos bendiga, pero que al mismo tiempo sepamos encontrar en él a Pedro". Recalca que Francisco es "un hombre que nos sorprende con su manera de comunicar, sabe hablar con el hombre y la mujer de hoy, con sus palabras y con su gestualidad y al mismo tiempo tiene la capacidad de recurrir a imágenes que llegan a transmitir ideas muy elaboradas".
Hagamos caso a Mons Celli. El Santo Padre se ha referido a la actitud simplificadora y limitadora de la Comunión y la Evangelización en la catequesis de ayer miércoles:
“Esto es lo que Jesús nos dijo que hiciésemos. Insisto en este aspecto de la misionariedad, porque Cristo invita todos a “ir” al encuentro de los demás, nos envía, nos pide movernos ¡para llevar la alegría del Evangelio! Una vez más, preguntémonos ¿somos misioneros con nuestra palabra, pero sobre todo con nuestra vida cristiana? ¿O somos cristianos cerrados en nuestros corazones y en nuestras iglesias? ¿Cristianos de sacristía? ¿Cristianos solo de palabra, pero que viven como paganos? Pero, debemos estas cosas ¿Eh? Esto no es un reproche. También me lo digo a mí mismo: ¿Cómo soy como cristiano?¿Con el testimonio, de verdad? ”
Como dice el Santo Padre, no es un reproche, es un consejo que nos hará sentirnos realmente universales.
Es triste conocer a personas que no tienen nunca noticias directas del Papa, Diócesis o incluso, su propia parroquia. Quien no conoce, no puede amar. Quien no conoce la Iglesia universal, le cuesta sentirse parte de un todo tan inmenso, maravilloso y diverso. Quien no se siente unido emocionalmente con los demás católicos, vive con una Fe que teme ampliarse para no encontrarse con los demás. Si la Iglesia vive en red ¿A qué esperamos para conocernos, unirnos y amarnos?
Pero Mons Celli señala algo más. Un desafío: “ver cómo somos capaces de anunciar el Evangelio y a Jesucristo” ¿Cómo podemos evangelizar la red? El Papa habla de que nosotros tenemos que ir hacia las periferias y dar testimonio creíble. Se trata de estar en la red, dar testimonio, pero también tenemos que acercarnos donde sabemos que existe necesidad de Dios. Entrar con valentía y confianza en el Señor. La necesidad de amar a los demás debe darnos valentía y esperanza.
No tenemos claro como tenemos que estar presentes en las redes sociales. Estamos en un momento de experimentación, realizando pruebas y viendo que efectos producimos en la nueva sociedad-red. A veces nos desanimamos por la falta de impacto. Otras, nos damos cuenta que el Señor nos ha señalado done echar las redes con toda intención. En todo caso, quien obra el milagro en los corazones de los hombres, es El. Nosotros únicamente somos herramientas en sus manos.