Yo mismo muchas veces me he quedado perplejo ante esos relatos tan abundantes en la Biblia. La Historia de Israel es una historia de guerras, conquistas, masacres, etc... como la historia de cualquier pueblo, como la historia humana. Parece que los hombres siempre estamos en guerra... y Dios se revela en la Historia, no en una historia irreal e inexistente, sino en la que es, en la historia de pecado.
El caso es que por primera vez en mi vida uno de estos textos "belicos" ha venido en mi ayuda en la oración proporcionándome luz y consuelo espiritual.
El pasado jueves comenzaba en mis parroquias el tercer Curso Alpha. Tenemos mucha ilusión puesta en Alpha por el potencial evangelizador que tiene. Nos hemos esmerado en la preparación, lo cual implica mucho esfuerzo de muchas personas. Durante todo el proceso, en el que se implica toda la parroquia han surgido dificultades y esas situaciones que muchas veces llamamos "cruces", por injustas e inesperadas. Tanto como para poner a prueba la paciencia y la confianza. Esas cruces suponen una tentación para nuestra Fe. El dia que comenzó el Curso esperábamos a 40 personas y solo vinieron 22. La verdad es que después de de un año, dos Alphas y lo que hemos dedicado a a preparar éste me ha desanimado que le cueste tanto arrancar al tercer curso. Por otro lado me entra la duda si estaré liando a la gente excesivamente con el riesgo de "quemarles".
Lo que leí fue lo siguiente:
Fortaleced a los débiles, dad valor a los cansados (Is 35,3)
Me sentía débil y cansado...¿Será casualidad? Volví a repetir la operación y salió...
Os he dado poder para que pisoteéis alacranes y serpientes... (Lc 10,19)
El Señor me ha dado poder pero yo estoy usando más el mío que el que él me da... bien, pero voy a hacerlo otra vez... y me sale:
Josué capturó y mató a todos los reyes de la región tras pelear contra ellos durante mucho tiempo (Jos 11, 1718)
¡Qué horror! Qué bestia Josué, ¿En esto me tengo que fijar? Esta palabra no es para mí.
Pero después de una lectura más atenta me fijé en lo siguiente:
Esto si que me ayudó, me iluminó y me consoló.
1.- Josué capturó y mató a todos los reyes de la región tras pelear contra ellos durante mucho tiempo. Yo no tengo que capturar ni matar a nadie, salvo alguna cucaracha que sale de vez en cuando, pero si que Dios me llama a pelear durante mucho tiempo.
2.- Lo que yo hago no es obra mía, viene de antes y continuará después de mí.
3.- Yo he recibido la Visión y la Misión y tengo que transmitirla, no completarla.
4.- Mi misión requerirá luchar durante mucho tiempo. He de huir de la tentación de esperar resultados espectaculares inmediatos. El plan de Dios se realiza en la historia de nuestra vida y las cosas llevan tiempo y es necesaria la perseverancia. "No cayó Zamora en una hora"
5.- Las personas que trabajan en la evangelización tienen que tener claro que no trabajan para mí sino para Jesucristo. Es mi deber asegurarme de que no lo hacen por ayudarme a mí, sino porque están convencidos de que Jesús les llama.
6.- El ánimo nunca nos vendrá de nuestra fuerza de voluntad o de un optimismo puramente natural sino solo si estamos convencidos de que trabajamos para el Señor.
7.- Es fácil ser impaciente con Dios, cansarse y perder la esperanza. Es difícil ver los avances cuando hay poca perspectiva. Pero cuando se mira hacia atrás vemos que Dios nunca dejó de actuar y que lo seguirá haciendo.
Recuperé en un instante la fe y la seguridad y espero que también la humildad. Todo gracias a las "batallitas" de Josué en la Biblia, la Palabra de Dios.