Si 1492 fue el año crucial de la historia de España, aquél en el que se consuma la Reconquista frente al islam, aquél en el que se lanza a la conquista el Atlántico e inicia su maravillosa proyección americana, aquél en el que ese gran sabio español que fue Antonio de Nebrija escribe la Gramática de la que hoy es una de las lenguas universales del mundo, el español, 1513 no le va a la zaga con grandes acontecimientos que deberían haber servido para que este país, que es uno de los grandes autores de la Historia del Género Humano, se hubiera sentido más unido y más orgulloso de sí mismo.
Y si no, vean: el pasado día 23 de marzo se consumaba la unidad con la incorporación voluntaria a la recuperada patria española de uno de los dos reinos peninsulares que aún no lo había hecho, Navarra, conformando España prácticamente como hoy la conocemos y ojalá la sigamos conociendo largo tiempo (). Más recientemente todavía, el pasado día 25 de septiembre, D. Vasco Núñez de Balboa, un español de Jerez de los Caballeros, en la recia región extremeña de los grandes forjadores de América, descubría el Mar Pacífico, poniendo así la guinda del increíble descubrimiento del continente americano, sentando las bases de sus límites, y abriendo el mundo a las nuevas rutas marítimas que habrían de conducir a Asia… ¡pero no por el oriente como hasta entonces se había hecho, sino por el occidente! ().
Y bien, la pregunta que me hago hoy es la siguiente: la celebración del quinto centenario de semejantes hazañas, ¿no habría constituído para cualquier país del mundo objeto de la mayor de las alegrías y de los más sonados eventos y festividades? Y aquí en España, por el contrario ¿hemos hecho algo? ¿Saben los españoles el alcance de los eventos que deberíamos estar festejando este año de 2013? ¿Conocemos, si quiera, que estos dos eventos sucedieron, no ya en el año 1513, sino en algún momento de la historia, y que los españoles fuimos sus protagonistas?
Triste país el que es incapaz de apreciar, reconocer, admirar y celebrar los momentos gloriosos de su historia. Muchos creen que el problema de esta gran nación que es España es la crisis económica por la que atraviesa desde hace 4, 5 o 6 años. Pues bien, yo digo que esa crisis es apenas un eczema en el verdadero cáncer del que adolece nuestro país, del que adolecemos los españoles, llamado “crisis de identidad”, “crisis de autoestima”, “crisis de confianza en nuestras propias posibilidades”, “crisis de fe en nosotros mismos”. Qué pena amigos, que pena, haber dejado pasar dos oportunidades tan extraordinarias de habernos conocido mejor, de habernos querido más. ¿Habrá muchas otras como ésta?
©L.A.
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