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Trata de silencios en la pareja.

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101 preguntas sobre el noviazgo

EUNSA Editorial

                          

 

 

 

 

 

                                            Importancia del carácter en una relación de pareja

 

 

Un tanto por ciento muy elevado de las discusiones de pareja son debidas al carácter y a las creencias. En relación a estas últimas no me refiero a las creencias religiosas que, por supuesto, son importantes tener el mismo sentido de la vida a la hora de querer formar una vida estable en común. Me refiero a todo aquello que empieza por la frase yo creo que.

Cuando una pareja discute tiene que hacerlo sabiendo que está discutiendo con una persona con la que se tiene que reconciliar, por tanto, tiene que tener mucho cuidado con lo que se dice, eso se clava en el corazón, no en la cabeza.

Si lo que se dice es muy fuerte, el sentimiento negativo lo será. Quitar un sentimiento negativo y fuerte del corazón no es fácil y es la causa de muchas desavenencias graves en las parejas.

Se sabe que se dijo en un momento de ira, que no se creía lo que decía, que era por quedar por encima, por llevar razón; pero lo dijo. Lo que vale emocionalmente es esto último. Que se ha dicho.

Cuando una pareja dice que se han hecho mucho daño se refieren, fundamentalmente, a cosas duras que se han dicho. Muchas veces con la intención momentánea de hacer daño, llevados por la ira, pero de lo que se han arrepentido nada más decirlo. Pero al otro se le ha clavado en el corazón.

Cuando uno en una discusión ve que diciendo una cosa va a llevar toda la razón y es cosa es la definitiva; no la diga. Está en un pico de la ira. Va a ser peor para la discusión y para la relación. Palabras como no te quiero, nos separamos, insultos, hay que tener mucho cuidado con no pronunciarlas.

Muchas veces son corrientes e incluso muchas parejas las dicen de modo habitual. Es un grave error, se está poniendo al otro en un estado en el cual, animado por la soberbia, puede romper la relación.

Luego todo eso hay que reconstruirlo, pero ahí se queda en un huequito del corazón.

El que más quiere es el que antes pide perdón. Hay que saber aceptarlo. Cuando uno pide perdón, el otro tiene que seguir la relación como si no hubiera un pasado.

Hay que procurar que solo se quede en la memoria, que no vuelva a aparecer en las conversaciones y mucho menos en una discusión.

Sé que no es fácil, requiere cierto dominio de uno mismo lo que he expresado en esta contestación, pero es que sin ese dominio es difícil amar de verdad.

En el amor, en el saber querer, hay que emplear muchas veces el dominio personal, el autocontrol. Hacerlo requiere fortaleza, pero es un síntoma de tener una afectividad madura.

Y de saber amar de una manera también madura.