No creo que Planeta esté detrás del supuesto hallazgo de microorganismos extraterrestres que asegura haber descubierto un equipo de científicos británicos, pero debería sopesar patrocinar el proyecto porque los que han musitado eureka están convencidos de que el hallazgo obligará a reescribir los libros de texto. O sea, más ventas para Lara.
Los investigadores aseguran que los microorganismos no pueden provenir de la tierra porque ascender a 27 kilómetros de altura sin que medie una erupción volcánica es casi imposible, teoría rebatible si se atiende a la biografía de Alfonso Escámez, quien entró como botones y acabó de presidente del Banco Central, lo que, dado lo que cuesta subir sin trepar por la escala social española, es mucho más complicado que permanecer vivo a según qué distancia del centro de la tierra sin un jefe de negociado encima tuyo. 
Para mí que esta película ya la hemos visto. En Marte, hace unos meses, con la Nasa de protagonista y el agua como actriz secundaria. De hecho, ni los propios investigadores ingleses tienen claro que al principio fue el átomo, por lo que anuncian que es preciso que el hallazgo pase la prueba definitiva, el fraccionamiento isotópico, que determinará la procedencia de los bichos, si son de aquí o de allá. Dicen que con exactitud matemática, pero para mí que es el modo científico de adaptar la máxima del escultor: Si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción. Lo que nos lleva de nuevo a Dios como origen.