Hace unos pocos días, la asociación de teólogos Juan XXIII ha realizado su congreso anual y como era de esperar, su comunicado tiene muchos aspectos que comentar. Quizás lo mejor sea comenzar por el final, ya que se despiden con una frase de define claramente su visión: “Con don Pedro Casaldáliga afirmamos que todo es relativo, incluida la teología, y que solo son absolutos Dios, el hambre y la liberación.

 

No podemos negar que la frase es redonda, ya que resume en menos de dos renglones una visión de la teología presuntamente “liberadora” que marca a las personas que se sienten incluidas dentro de este colectivo de teólogos. Es interesante señalar que es evidente que Dios es absoluto, pero no es “un absoluto”, ya que esto supondría que hay otros absolutos similares al Creador del universo.  Se equipara a Dios con el hambre y la liberación. Nadie duda que el hambre sea una lacra que tenemos que conseguir eliminar, pero eliminar el hambre no es construir el Reino de Dios. Otro de los absolutos que proponen, la liberación, conlleva preguntarnos ¿de qué nos liberamos? y ¿cómo nos liberamos? Por el texto del mensaje, parece que la liberación se corresponde a las teologías de la liberación, que conllevan aceptar un Dios lejano, desentendido de nosotros y una misión que sólo podemos llevar a cabo nosotros. En resumidas cuentas, una reedición del antiguo pelagianismo.

 

En el punto 5 de su comunicado indican: “Hemos comprobado que la teología de la liberación sigue viva y activa frente a los intentos del pensamiento conservador y de la teología tradicional de condenarla y darla por muerta” Nadie duda que la teología de la liberación esté viva y siga adelante. Todas las herejías que se han dado en la historia de la Iglesia, son reediciones de antiguas formas de entender el mundo y la sociedad. Las herejías nunca desaparecen, sino que cambian de forma y apariencia, según sea el momento histórico. Siempre están dispuestas a ofrecer un camino más sencillo para quien quiere ahorrarse el esfuerzo de andar el camino dentro de la Iglesia.
 

El resto del comunicado de la Asociación de Teólogos Juan XXIII no hace más que incidir en lo que siempre reclaman. Reclamos que buscan, en algunos casos, objetivos justos y loables, como la desaparición de la pobreza y de las discriminaciones, pero a través de las cuales intentan colar reivindicaciones que destruyen al ser humano:
 

Denunciamos la negación de los derechos sexuales y reproductivos y la sistemática violencia contra las mujeres: física, simbólica, religiosa, laboral, ejercida por la alianza de los diferentes poderes: leyes laborales, publicidad, medios de comunicación, gobiernos, empresas, etc.

El lenguaje que utilizan camufla la reivindicación del aborto libre y la destrucción de la Tradición Apostólica con todo lo que esto conlleva. Nadie niega que las mujeres sean sujetos políticos, políticos, morales, religiosos y teológicos, por lo que es evidente que detrás de esta propuesta hay algo más. La introducción de una visión conspiranóica (alianza de diferentes poderes) evidencia que la ideología les impide ver la realidad con ojos limpios y sinceros. Necesitan que exista algo al que echarle las culpas de que las realidad no sea como ellos desean. Nada mejor que un “ente” que conspire, para que sus seguidores se sientan perseguidos por todo lo que les rodea. La sensación de persecución se extiende a los teólogos que han escapado de la Iglesia y que reclaman otra iglesia y otro cristo, a su medida y gusto. ¿Lo que digo es exagerado? 

Por ejemplo, en la conferencia del portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, se aseguró que “si Jesucristo viviera, estaría con nosotros con los carritos del Mercadona, con los jornaleros, los desahuciados, los parados y con la gente que no tiene absolutamente nada. Estaría presente en nuestras reivindicaciones”. Para los que no vivan en España, Diego Cañamero y el SAT se dedican a entrar en los supermercados y llevarse, sin pagar, carritos llenos de comida o material escolar. ¿Mejor prueba de cómo se crean cristos a la medida de cada cual y cada ideología? Teología que no es tal sino, simple teodisea que busca el dios que se ajuste mejor a nosotros.


Cristo dijo que “
La verdad os hará libres” (Jn 8, 32) y “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 614), por lo que las ideologías y las teologías liberadoras no son más que engaños que el enemigo nos tiende para apartarnos del verdadero Camino que es Cristo.