Que la cuenta de Lady Gaga en twitter sume el triple de seguidores que la de Francisco no significa que el traje de carne cruda de la diva ayuna en milagros sea más importante que la túnica sagrada del que se comió viva a la lepra. Ni tampoco que a los abanderados del Antiguo Testamento les quede mucho por hacer en materia de nuevas tecnologías. Significa simplemente que Dios no busca ser trending topic.
Lo que desaconseja pretender convertir cada mensaje del Papa en el más leído. Más que nada porque en un mundo globalizado, es decir, despersonalizado, ser trending topic implica darle más importancia al eco que a la palabra, al círculo concéntrico que a la geometría, al baño de masas -la fama- que a la higiene personal -el encuentro-, que es exactamente lo que prioriza Jesús al lavar los pies a Pedro.