En 1993, con motivo de la publicación de su libro “Garabandal. Der Zeigefinger Gottes” (“Garabandal. El dedo de Dios”), el empresario alemán Albrecht Weber hizo llegar a Juan Pablo II un ejemplar que este debió leer con interés a juzgar por la carta que en nombre suyo escribió al autor su secretario personal, monseñor Stanilaus Dziwisz.
 
En la segunda edición de esta obra, aparecida en 2000, figura un fragmento de la carta mecanografiada en alemán y firmada por Dziwisz, que dice así:
 
“Que Dios le recompense por todo, especialmente por el profundo amor con el que está difundiendo de forma más amplia los acontecimientos relacionados con Garabandal. Que el mensaje de la Madre de Dios penetre en los corazones antes de que sea demasiado tarde.
“Como una expresión de alegría y gratitud, el Santo Padre le imparte su bendición apostólica”.
 
El propio Albrecht Weber declaró luego, a raíz de la respuesta del Vaticano:
 
“Es evidente el interés tan profundo que tiene el Santo Padre [Juan Pablo II] por los acontecimientos de Garabandal, así como su preocupación porque se den a conocer de forma creíble”.

Más información en:
https://www.facebook.com/josemariazavalaoficial