Podemos empezar diciendo que si para construir una sociedad sólida en valores, lo mismo que para construir un edificio, se necesita solidez en los cimientos y en los materiales que se usen, sin cimientos sólidos y con maderas carcomidas ¿qué podemos construir?

Maderas carcomidas las hay en todas partes. Hasta en el Vaticano, como siempre se ha visto en la Historia. Y si las ha habido y las hay en la Iglesia, ¿no las ha de haber en los partidos políticos? Aunque también es cierto que hay maderas sanas en la Iglesia y en todos los grupos, políticos y no políticos. Pero aquí, en España, por lo que vamos viendo…

A mi modo de ver, necesitamos unas leyes nuevas y claras que, como toda ley, deben estar en función del bien común, no en función de intereses o enfoques partidistas, sino en función del bien de todos. Y esto falla mucho en España en la que hay situaciones vergonzosas.

No puedo entender de ninguna manera, un hecho tan claro de falta de respeto a la vida como es el aborto; unos por ideologías, otros por cobardía, otros por miedo a perder votos en las elecciones, otros por busca de alianzas con otros partidos… no dudan en legalizar algo tan absurdo y tan indigno como es, no ya el tolerar, sino el conceder a la madre el derecho de asesinar al hijo que lleva en su seno.

Me decía un cristiano socialista de gran prestigio dentro y fuera del partido, que no se atrevería a mirar a los ojos a sus hijos si aprobase la ley del aborto. Sugiero a los gobernantes que hagan la siguiente reflexión: ¿Tolerarían que le quitasen la vida a un hijo suyo? Como gobernantes ¿tolerarían que a un niño que no fuese hijo suyo, le quitasen la vida? ¿Tienen el mismo derecho a vivir su hijo y el otro? ¿Sería justo que Ud. defendiese la vida de su hijo y no la del que no lo es? ¿Y NO ES ESO LO QUE ESTÁN HACIENDO LOS QUE PERMITEN LEGALMENTE EL ABORTO?

Y me pregunto ¿Cómo es posible que el PP, ganando las elecciones con mayoría absoluta, y que había prometido en su programa electoral derogar la ley Aído, y que presentó un recurso de inconstitucionalidad contra esa ley ante el Tribunal Constitucional, no hayan movido un dedo para derogarla? Pero es que, además, están dando la impresión de que no están decididos a derogarla.

Leí el otro día en ABC el siguiente comentario sobre el PP y el PSOE: Se igualan en que los dos son capitalistas rabiosos. Se diferencian: PP es anticatólico de guante blanco, con corbata y educación. Mientras que el PSOE lo es con rabia, resentimiento, mal educado; y los republicanos, peor; con odio.

Sea de esto lo que fuere, y yendo a los resultados del cambio de Gobierno, lo cierto es que desde que el PP ha empezado a gobernar, se están asesinando unos 300 niños cada día; durante 2011, unos 118.000 (por culpa de Uds. señores del Gobierno del PP) por no atreverse a cambiar la ley del aborto. No me dirán que con este tipo de gobernantes que no respetan la dignidad de la vida humana inocente e indefensa, qué sociedad nueva se puede construir. ¿O es que también ellos creen, como Aído, que lo que hay en el seno de la madre es un ser vivo pero no un ser humano?

Se comenta por ahí que el PP no quiere romper las relaciones con el PSOE para ir unidos en Europa a fin de sacar provecho para España. Otros dicen que el cambiar esta ley podría suponer una división en el partido, ya que muchos admiten el aborto. Y otros, que no hay dinero para atender debidamente a las madres, solteras o casadas, que tienen problemas si no abortan. Pienso que ni la ruptura con el PSOE es una razón, porque la ruptura ya está hecha, ni creo que se vaya a dividir el partido porque haya algunos miembros partidarios del aborto que creo que no son muchos, ni creo que resultase muy gravoso para las arcas del Estado la atención a mujeres que no quieran abortar, porque hay partidas para cosas muchísimo menos importantes; pero, sobre todo, porque el derecho a la vida de los todavía no nacidos es superior a todas estas razones u otras que se puedan proponer, porque la vida es el mayor bien de la persona y no puede estar en función de otros bienes o derechos.

Un hombre serio, con dignidad, a quien se le ha confiado la defensa y promoción del bien común de toda la sociedad, debe respetar y defender los grandes valores del hombre, sin olvidar que el primero de ellos es la vida, en particular, la de los inocentes. Y si quienes no defienden la vida llevan el nombre de cristianos, no son dignos de ese nombre, aunque es posible que les tenga sin cuidado. Esa actitud es diametralmente opuesta a la doctrina de la Iglesia.

¿Y qué insensatez es ésa de decir desde el PSOE, que si cambian la ley del aborto, romperán el concordato con la Santa Sede, y de que el PP va de la mano de los obispos? ¿Es que creen que matar es un progreso? ¿Es que un no cristiano no puede coincidir con la Iglesia en la defensa de la vida? Los hay, y muchos.

Pero ¿es que, de verdad, tanto el Presidente como el Ministro del ramo no tienen intención de evitar que se continúe con ese genocidio, cualesquiera que sean las razones que se den para seguir matando a niños inocentes? De verdad, comparen este genocidio, (porque es que lo es) con el de los nazis. ¿Cuál es peor? ¿Y Uds. lo consienten?

Sr. Presidente y Sr. Ministro, Les ruego que piensen en su responsabilidad y en que han de dar cuenta a Dios de sus actos.

José Gea