Muchas veces los protestantes y sectas nos acusan de practicar la idolatría, cuando realizamos el culto de veneración a la Virgen o a los Santos, ya que entre sus conceptos erróneos, equiparan los términos de adoración y veneración.

¿Qué dice realmente la Iglesia Católica sobre estos dos  tipos de culto? 

En el catolicismo, existen dos tipos de culto, el de “Latría o adoración” que es un culto exclusivo dado a Dios y el Culto de “Dulia o Veneración”, que es un culto inferior al de Latría que se les da a los ángeles y a los santos. Esto es, no se les reconoce como creadores ni señores, simplemente se les honra y venera por sus virtudes cristianas, su vida heroica, su ejemplaridad de vida, porque son dignos de ser imitados y porque son capaces de ver a Dios “cara a cara”. Este culto de dulía, es aplicado a las reliquias de los mártires cristianos, pues las consideramos como “sagradas y santas”.

El Catecismo de la iglesia enseña al respecto:

 "957. No veneramos el recuerdo de los del cielo tan sólo como modelos nuestros, sino, sobre todo, para que la unión de toda la Iglesia en el Espíritu se vea reforzada por la práctica del amor fraterno. En efecto, así como la unión entre los cristianos todavía en camino nos lleva más cerca de Cristo, así la comunión con los santos nos une a Cristo, del que mana, como de fuente y cabeza, toda la gracia y la vida del Pueblo de Dios" (LG 50):

«Nosotros adoramos a Cristo porque es el Hijo de Dios; en cuanto a los mártires, los amamos como discípulos e imitadores del Señor, y es justo, a causa de su devoción incomparable hacia su rey y maestro; que podamos nosotros, también, ser sus compañeros y sus condiscípulos (Martirio de san Policarpo 17).

El catecismo antes citado nos habla del martirio de San Policarpo, obispo de Esmirna, el cual nos dice que a Dios adoramos y a los mártires amamos, ese amor que tenemos a los mártires es un amor servicial, es un amor de honra,  un servicio de amor y de veneración tal y como lo pide Gálatas 5,13.

¿Se encuentra el culto de veneración en las Escrituras?

Veneración de Ángeles

13 Sucedió que estando Josué cerca de Jericó, levantó los ojos y vio a un hombre plantado frente a él con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le dijo: "¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?"
14 Respondió: "No, sino que soy el jefe del ejército de Yahveh. He venido ahora." Cayó Josué rostro en tierra, le adoró y dijo: "¿Qué dice mi Señor a su siervo?"

15 El jefe del ejército de Yahveh respondió a Josué: "Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es sagrado." Así lo hizo Josué. Josué 5:13-15

Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;

5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Lucas 24,4-5

En ambos pasajes se observa como se da un culto de respeto y veneración a los ángeles, se inclina un hombre ante ellos ,no porque sean “dioses” sino porque son especiales, seres que merecen reverencia y honra. En el primer caso se trata del jefe del ejército de Dios, que se le aparece a Moises, los varones con vestiduras resplandecientes, son los ángeles que Dios envió para comunicar que Cristo había resucitado. (Recordemos que los ángeles son mensajeros de Dios Hebreos 1,14).

Santos o Héroes

Podemos hacer un recorrido por el AT y el NT encontrando como a los hombres importantes del pueblo de Dios, siempre se les tuvo en alta estima, honra, respeto y veneración. Veamos algunos ejemplos:

Cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó frente a él, dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo. Y fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él. 2Reyes 2,15

36 Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo.

37 Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió. 2Reyes 4,37

El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. Isaías 9,15

Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles, Hechos 5,34

Gamaliel, fariseo destacado entre los judíos, era venerado por todo el pueblo.

 También se honra y venera a los padres terrenales:

Entonces José los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra. Génesis 48,12

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Hebreos 12,9

También se venera a los que ya se han ido:

Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo en tierra se postró 1 Sam. 28, 14.

Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de David, honrándole en su muerte todo Judá y toda Jerusalén; y reinó en su lugar Manasés su hijo. 2Cronicas 32,33

Y lo sepultaron en los sepulcros que él había hecho para sí en la ciudad de David; y lo pusieron en un ataúd, el cual llenaron de perfumes y diversas especias aromáticas, preparadas por expertos perfumistas; e hicieron un gran fuego en su honor. 2Cronicas 16,14

Y aconteció que al pasar muchos días, al fin, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron por la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no encendieron fuego en su honor, como lo habían hecho con sus padres. 2Cronicas 21,19

En todos estos casos vemos que es común en el pueblo judío del AT cuando moría alguien importante como el rey, hacerle un fuego en su honor, y también fiesta, eso se hizo con Ezequías, Asa, pero no se hizo con Joacaz, seguramente porque el no había sido un rey digno.

En el caso de Samuel, Saúl lo había llamado a que se levantara de la muerte y le comunicará los planes de Dios, ante esto, Saúl se postra en señal de respeto.

Lugares Sagrados y Objetos Santos

Estos son aquellos lugares en los que Dios de alguna manera se ha manifestado o ha aparecido, los objetos santos son todos aquellos objetos o utensilios que tienen relación con lo Divino:

No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa esÉxodo 3,5

33 Pondrás el velo debajo de los corchetes, y allí, detrás del velo, colocarás el Arca del testimonio. Así el velo servirá para separar el Lugar santo del Lugar santísimo.

6 Después, llevaron los sacerdotes el Arca del pacto de Yahvé a su lugar, en el santuario de la Casa, al Lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines1Reyes 8,6

Y el Príncipe del ejército de Yahvé respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo Josué 5,15.

El objeto sagrado más importante es el Arca de la Alianza donde Moisés depositó las tablas de la Alianza Ex 25,10. Otros objetos sagrados son el Altar, Éxodo 7,1-2; Éxodo 29,37, ungüento o perfume para el altar Éxodo 30,36 y la pila de bronce para las abluciones Éxodo 30,17-21.

¿Qué ha dicho la Tradición sobre la veneración a los santos?

Desde el comienzo de la cristiandad se ha sabido diferenciar el culto dado a Dios y el culto particular, de veneración que se tributa a los santos  y héroes o incluso a sus reliquias. Basta no más unos pocos ejemplos para ver claramente como ya desde tiempos apostólicos este culto esta presente:

El centurión, pues, viendo la oposición levantada por parte de los judíos, le puso en medio y lo quemó según su costumbre. Y así nosotros, después, recogimos sus huesos, que son mucho más valiosos que piedras preciosas y que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado; donde el Señor nos permitirá congregarnos, según podamos, en gozo y alegría, y celebrar el aniversario de su martirio para la conmemoración de todos los que ya han luchado en la contienda y para la enseñanza y preparación de los que han de hacerlo más adelante. (Martirio de Policarpo XVIII)

Aquí se ve como los primeros cristianos tenían en muy alta estima al Obispo de Esmirna, Policarpo, quien fue discípulo de San Juan y tras su muerte recogieron sus huesos, los cuales como dice el texto “ eran mas valiosos que el oro” es decir, los huesos de San Policarpo ya eran una reliquia para los primeros cristianos y estos a su vez los cuidaban, además de celebrar todos los años su aniversario. Claramente esto es una evidencia de la veneración a un mártir. 

San Cirilo de Jerusalén Catequésis 23,9: Recordamos también a todos los que ya durmieron: en primer lugar, los patriarcas, los profetas, los apóstoles, los mártires, para que, por sus preces y su intercesión, Dios acoja nuestra oración. Después, también por los santos padres y obispos difuntos y, en general, por todos cuya vida transcurrió entre nosotros, creyendo que ello será de la mayor ayuda para aquellos por quienes se reza.

Algunos siglos después de la muerte de San Policarpo, San Cirilo nos cuenta lo que se hace durante las eucaristías cristianas, se recuerda a los patriarcas, profetas, apóstoles  y mártires y se confía en ellos para que con sus oraciones, sean oídas las nuestras. Esto es una veneración que ya daba la Iglesia durante la misa a los santos hombres del pueblo de Dios.

San Agustín Contra fausto libro XX capítulo 21:

Veneramos, pues, a los mártires con el culto del amor y de la compañía, que en esta vida se tributa también a los santos hombres de Dios, cuyo corazón percibimos que está dispuesto a sufrir el martirio por la verdad del evangelio. 

Con esto vemos el culto de veneración esta enraizado en la misma Escritura y en los primeros padres de la Iglesia.

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Jesús Urones 

 

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