La afirmación que se podría hacer…, sobre la estancia en el infierno, ya sé que me va a costar el sanbenito de hereje, por más de un lector que lea esta afirmación, si es que es un buen cristiano católico. Por lo tanto dejemos sentado de entrada que la eternidad del infierno es eterna. La afirmación de que no es eterna se puede deducir, si es que hacemos una interpretación literal de varios textos sagrados, pero hay que considerar que la hermenéutica, nunca puede ser solamente literal, sino que ha de ser concordante, con el resto de textos sagrados, y sobre todo con la palabra del Señor.
Desde luego que es una herejía decir o pensar que el infierno no es eterno, pero yuxtaponiendo diversos textos sagrados se podría llegar a esta conclusión. Personalmente, me costó lo suyo asimilar las conclusiones a que se puede llegar sobre este tema, de que el infierno podría no ser eterno, lo cual es una herejía afirmarlo, y el infierno desde luego que lo es, pero veamos. En el libro del Apocalipsis, el cual comienza diciéndonos: “1 Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. Él envió a su Angel para transmitírsela a su servidor Juan.2 Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo.3 Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca”. (Ap 1,1-3).
Todo el contenido de la Biblia es revelación divina y el Apocalipsis como parte de la Biblia también, pero quiso el Señor, que San Juan redactara este comienzo, quizás para dejar aún más claro, el inequívoco carácter de revelación divina que tiene todo el contenido del Apocalipsis. Partiendo pues de esta base, conviene que primeramente veamos cómo funciona la condenación de los demonios, para luego ocuparnos del fin de las personas que quieran condenarse, al negarse a aceptar el amor que Dios les ofrece y abandonen su ámbito de amor.
En el Apocalipsis, podemos leer la batalla que el Arcángel San Miguel, en el cielo derrotando al Dragón y continúa el Apocalipsis diciendo: “8… pero fueron vencidos y expulsados del cielo. 9 Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles”. (Ap 12,8-9). Y más adelante Apocalipsis, nos dice: “12 Alegraos, ¡oh cielos, y los que moráis en ellos! ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira...” (Ap. 12,12).
La lectura de estos tres versículos del Apocalipsis, nos lleva a la idea de que inmediatamente, después de su derrota, el demonio fue echado del cielo, y arrojado a la tierra, tal como lo señala el versículo (Ap 12,9). Pero esto no fue tan de inmediato, aunque cuando se escribió el apocalipsis los demonios ya derrotados no podían subir al cielo. Y esto fue así, aunque siempre tengamos en cuenta, todo trascurre en el mundo del espíritu y en la eternidad no en el tiempo.
Se deduce del estudio de los diferentes textos bíblicos, que a los ángeles caídos, después de su derrota, han pasado por una sola etapa de las tres que han de recorrer hasta llegar a su eterna e irremisible condenación en el Lago de fuego, por lo que en una lectura literal se podría considerar el infierno, como una etapa intermedia. Ahora están recorriendo la segunda etapa, entre nosotros y aún les queda una tercera etapa por recorrer, para llegar a su condena definitiva.
Son dos las circunstancias que marcan el límite o paso de una etapa a la otra. La primera etapa va desde la derrota de ellos en los cielos por el arcángel San. Miguel, hasta la Redención del género humano por Nuestro Señor Jesucristo, con su Pasión, Muerte en la cruz, Resurrección y Ascensión gloriosa a los cielos.
La segunda comienza en la Ascensión del Señor a los cielos y concluirá con la Parusía y el Juicio final, dónde ellos mismos serán definitivamente juzgados y se les tomará cuenta del daño que a nosotros las personas, nos han ocasionado.
En la primera etapa, cuando aún no habíamos sido redimidos por nuestro Redentor, satanás, que ya había: perdido su jerarquía de Querubín, según Ezequiel, que escribe: 16 Por eso yo te expulso como algo profanado lejos de la montaña de Dios; te hago desaparecer, querubín protector, de entre las piedras de fuego”. (Ez 28,16).Podía aún subir a los cielos pero, diciéndolo en términos humanos, degradado de su rango de Querubín.
Durante los tiempos antiguos A.T. Satanás estaba en el ámbito terrestre, había perdido su condición de Querubín celestial, pero podía retornar al cielo. El relato del libro de Job permite llegar a esta deducción: “7 Y dijo el Señor a Satán: ¿De dónde vienes tú? Y respondió Satán: He dado la vuelta por la tierra”.(Job 1,7; 2,2)
El profeta Zacarías escribió en su día: “3 Luego me hizo ver al Sumo Sacerdote Josué, de pie ante el ángel del Señor, mientras el Adversario estaba a su derecha para acusarlo”. (Zc 3,1). Los judíos llamaban también al demonio el adversario y si resulta que el adversario, tal como escribe Zacarías podía acusar, su situación le permitía acceder al cielo, porque en el Apocalipsis se puede leer: “10 Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios”. (Ap 12,10).
Con el triunfo de Cristo, el demonio, que antes podía subir el cielo ya no puede, ha perdido el privilegio, es decir, ya no puede tener la capacidad de ser acusador, porque como nos dice el Apocalipsis (12,8), los ángeles caídos fueron vencidos y expulsados del cielo. De aquí la alegría que se manifestó en los cielos.
En la última cena el Señor dijo a sus discípulos: “7 Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré. 8 Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio.9 El pecado está en no haber creído en mí. 10 La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán. 11 Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado”. (Jn 16,7-11). Y en esa cena, Jesús explica a sus discípulos, que aún no había ocurrido lo fundamental es decir, su Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión a los cielos.
Jesús explica que el Reino de Dios tiene como fin contrarrestar "la autoridad y poder de Satanás". Para confinarlo en tierra sin retorno al cielo y para ello era indispensable el sacrificio de Cristo. Eso fue lo determinante. “10 Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. 11 Ellos mismos lo han vencido, gracias a la sangre del Cordero y al testimonio que dieron de él, porque despreciaron su vida hasta la muerte”. (Ap 12,10-11). La Sangre del cordero, determinó que nunca más el demonio pudiese pisar el cielo (Ap 7-11),
A partir de ese momento el demonio entra es la segunda etapa, con la plena Redención del género humano realizada por nuestra Salvador. Ello da origen a que el género humano se libre de la esclavitud del demonio. Se inicia pues la segunda etapa del demonio, que durará hasta la segunda venida de Nuestro Señor, con la implantación total del Reino de Dios en la tierra y el Juicio final, tal como ya antes lo habíamos dicho.
Hasta aquí se podría pensar que los demonios aún no están definitivamente condenados, hasta que se celebre el juicio final. S. Pedro, escribe diciéndonos: “4 Porque Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio. (2P 2,-4).
En esta segunda etapa, en la que ahora se encuentran los demonios y nosotros también nos encontramos, ellos los demonios, están definitivamente condenados, pues siempre lo han estado y lo están desde el primer momento en que renegaron del amor, es decir de Dios mismo, porque Dios es amor y solo amor. Los demonios aunque irremisiblemente condenados con carácter definitivo, aun anda sueltos por el mundo, al servicio de Dios..
Ellos tratan por todos los medios a su alcance y son muchos, de descargar su odio a Dios, atándonos a nosotros con el deseo de que reneguemos del amor que Dios nos ofrece, con la finalidad de que hagamos como ellos, que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino y así les acompañemos eternamente en su reino de odio y tinieblas,
Son claros los Evangelios, al señalar los demonios aún no están definitivamente condenados, cuando que en pasaje del endemoniado de Gerasa, los demonios de los dos poseídos le dijo al Señor: "28 Llegado a la otra orilla, a la región de los gadarenos, le vinieron al encuentro, saliendo de los sepulcros, dos endemoniados, tan furiosos, que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y le gritaron, diciendo: ¿Que tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí antes de tiempo para atormentarnos?”.(Mt 8, 28-29).
La tercera etapa que aún no ha llegado a ella, les comenzará con el juicio final, donde los demonios, habrán de dar cuenta del daño que nos han hecho a los humanos, tratando de apartarnos a nosotros del amor del Señor. Pero más fundamentalmente serán juzgados por las ofensas que le han hecho al Señor en las dos etapas anteriores, que se inicia la primera con su rebelión y subsiguiente caída, y la segunda con el triunfo de Cristo nuestro Redentor.
En el Apocalipsis, podemos leer cual es el final, la segunda muerte de los demonios y de los condenados: “12 Y vi a los que habían muerto, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Fueron abiertos los libros, y también fue abierto el Libro de la Vida; y los que habían muerto fueron juzgados de acuerdo con el contenido de los libros; cada uno según sus obras.13 El mar devolvió a los muertos que guardaba: la Muerte y el Abismo hicieron lo mismo, y cada uno fue juzgado según sus obras.“14 Entonces la Muerte y el Abismo fueron arrojados al estanque de fuego, que es la segunda muerte.15 Y los que no estaban inscritos en el Libro de la Vida fueron arrojados al estanque de fuego”. (Ap 20,124-15).
Si ateniéndonos a la literalidad de los textos consideramos, el Infierno como el Lago de fuego, como dos lugares distintos entonces cuando termina el infierno, empieza el lago de fuego, pero no olvidemos que estamos hablando de conceptos que expresan materialidad, estamos hablando de lugares, y la materialidad no forma parte de conceptos puramente espirituales, como es el infierno el demonio y el lago de fuego. Pero, ¿cuál es la diferencia entre el Infierno y el Lago de fuego? Veamos pues: La diferencia no existe, Nosotros bajo el término Infierno, englobamos tanto el propio infierno como el lago de fuego, pero la realidad es que esto podría no ser correcto si nos atenemos al contenido del Apocalipsis.
No olvidemos que todo transcurre en la espiritualidad y en la eternidad donde no existe un antes y un después. Podríamos pensar que el Infierno no es eterno, porque será substituido por el Lago de Fuego que si es eterno. Podríamos comparar el Infierno con la cárcel, donde el reo aun no juzgado definitivamente está recluido en prisión preventiva sin fianza alguna que le permita salir y está a la espera del juicio final y una sentencia ya firme que le condene. Se trata del Juico final, al término del cual, serán lanzados al Lago de fuego para cumplir su sentencia de cadena perpetua, irreversible, sin posibilidad de revisión alguna. Lo importante es saber que los demonios y los condenados lo está irremisiblemente y para ellos esta condenación es eterna, se llame como se llame el destino donde cumplan con su condenación.
Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.
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- Libro. DEL MÁS ACÁ AL MÁS ALLÁ.- www.readontime.com/isbn=9788461154913
- Comentarios sobre el Apocalipsis 18-11-12
- Simbología del apocalipsis 22-04-13
- El tema del infierno 02-09-09
- El infierno como estado del alma 01-03-10
- Limitaciones que tiene el infierno 15-09-11
- Fuego del infierno y goces del cielo 04-12-11
- Fuego en el infierno 21-02-10
La fecha que figura a continuación de cada glosa, es la de su publicación en la revista ReL, en la cual se puede leer la glosa de que se trate.
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