Me cuestionó esta foto presentada en el último World Press Photo Award. Esta mujer, oriunda de Kenya, recoge basura para subsistir. En sus ratos libres se sienta entre la inmundicia y aprovecha para leer cualquier cosa que encuentra (como el "catalogo industrial" que puede verse entre sus manos). La fotógrafa se conmueve, se acerca y le pregunta: "¿Te ha gustado?" La respuesta es contundente: “¡Claro! Y me gustaría tener más tiempo para buscar lecturas como esta”.
En nuestra casa nosotros no tenemos catálogos industriales, ¡tenemos cosas mucho mejores! inclusive tenemos unos libros gruesos que afirman contener la Palabra de Dios, sí, ¡de Dios!... ¡lástima! Nosotros no actuamos con la avidez intelectual de esta pobre mujer africana... lo que ella con dificultad encuentra entre la basura, nosotros no podemos hallarlo en la comodidad de nuestras librerías.
Ser católicos nos exige saber dar razón de nuestra esperanza. El estudio es un don y un deber.
En nuestra casa nosotros no tenemos catálogos industriales, ¡tenemos cosas mucho mejores! inclusive tenemos unos libros gruesos que afirman contener la Palabra de Dios, sí, ¡de Dios!... ¡lástima! Nosotros no actuamos con la avidez intelectual de esta pobre mujer africana... lo que ella con dificultad encuentra entre la basura, nosotros no podemos hallarlo en la comodidad de nuestras librerías.
Ser católicos nos exige saber dar razón de nuestra esperanza. El estudio es un don y un deber.