A poco que uno lleve unos cuantos años en la brecha, es casi seguro que habrá experimentado en alguna ocasión esa sensación de impotencia y fastidio ante una argumentación débil, sin fundamento o abiertamente absurda, con la que ineludiblemente nos habremos topado en más de una ocasión. Y cuántas veces nos hemos quejado de que nuestro país es un erial intelectual, sin mentes a la altura de las circunstancias, capaces de aportarnos luz y juicio en tiempos ciertamente confusos.
Pues bien, hay excepciones a este clima raquítico, y la que queremos destacar es de primera magnitud: se acaba de iniciar, gracias a los esfuerzos de un grupo de entusiastas y de la Fundacion Ramón Orlandis Despuig, la edición de las obras completas de Francisco Canals Vidal. Noticia importante, de gran calado, de esas que deberían ocupar portadas y que, desde luego, pueden tener mucho más impacto real que las mil y una menudencias con las que nos distraen noche y día.
Y es que la figura de Canals es ciertamente singular. No es común que uno tenga tres doctorados (en Filosofía, en Derecho y en Teología), como tampoco lo es que esa misma persona haya supeditado siempre su carrera académica a aquello que realmente daba sentido a todos sus esfuerzos: su anhelo evangelizador, su celo por acercar a las almas a Dios. Titular de la cátedra de Metafísica (Ontología y Teodicea) de la Universidad de Barcelona, que ocupó desde 1967 hasta su jubilación en 1988 y figura señera de la Escuela Tomista de Barcelona, Francisco Canals consagró su vida, siguiendo a su maestro, el padre Ramon Orlandis, al apostolado a través de «Schola Cordis Iesu», de la revista Cristiandad, de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino y de muchas otras iniciativas, todas con un denominador común: servir a la Iglesia, mostrando al hombre moderno la solución a las múltiples aporías en que se halla atrapado y que se sintetiza en el abandono al amor misericordioso del Corazón de Jesus.
Así, no es de extrañar que una persona como el profesor Canals, estudioso incansable y dotado de una prodigiosa memoria, abordase múltiples campos del saber, siempre desde un rigor y profundidad que no se andan por las ramas sino que van directamente a lo esencial. Esto se puede verificar en los índices de los doce tomos que compondrán sus obras completas (de las que acaba de aparecer el primero), cuya temática engloba temas tan nucleares como el Sagrado Corazón, Santa Teresita, San Ignacio, la teología de la Historia, San José (a quien dedicó una tesis doctoral), el Tomismo (que liberó de comentarios a los comentarios para devolvernos a la fuerza del texto original), la Metafísica, la teoría del conocimiento, el Protestantismo o la situación política de España y Cataluña. Y lo más importante: no estamos ante una acumulación de datos sin criterio, sino ante una autentica síntesis, que podemos considerar el rasgo intelectual mas característico de Canals, que a partir de múltiples datos es capaz de ordenarlos y darles sentido, capacitándonos para juzgar sobre las cosas desde sólidos fundamentos.
La publicación de estas obras completas no acaparará portadas, pero es una de las grandes noticias culturales, filosóficas y teológicas de los últimos años. Aquellos que hayan experimentado la sensación que describíamos al principio de estas líneas y que quieran encontrar o redescubrir una fuente de criterio seguro y luminoso harán bien en hacerse con este tesoro editorial. No encontrarán lecturas facilonas y superficiales, pero tendrán en sus manos una iniciativa de ésas que marcan época y que a buen seguro tendrá importantes repercusiones futuras.
PD. El primer tomo se puede conseguir a través de la Librería Balmes y para suscribirse a la obra completa hay que ponerse en contacto con obrascanals@balmeslibreria.com.