Nueva información ha salido a la luz con respecto al tratamiento de las niñas rescatadas de madrassas a principios de este año. "Estaban fuertemente convertidas al Islam", dijo Akash, un contacto de International Christian Concern (ICC) cuyo nombre está cambiado por razones de seguridad. "Se les obligó a las niñas a llevar el velo en todo momento. Algunas niñas también fueron obligadas a trabajar como esclavas en las casas de familias musulmanas y sólo fueron alimentadas una vez al día".
Los musulmanes dijeron a las jóvenes rescatadas que iban a estudiar en una escuela cristiana y recibir formación de un centro de belleza. Sin embargo, después de completar el agotador viaje desde sus aldeas a la ciudad capital, Dhaka, se descubrió que todo era una mentira. "En lugar de entrenamiento en el Salón de Embellecimiento, nos mandaron con fuerza a los hoteles para el comercio sexual", explicó una de las chicas.
El año pasado Akash vendía billetes de autobús para una empresa de transporte en Bangladesh, cuando se dio cuenta de que un hombre llamado Norbert Tripura con frecuencia viaja a Dhaka con grupos de niños. Cuando se le preguntó lo que estaba haciendo, Norbert respondió que estaba llevando a los niños a una escuela misionera cristiana "donde se puede comer y vivir en comodidad con una buena educación". Con la esperanza de que su hija tenga la oportunidad de una educación de calidad, Akash le pidió a Norbert que la llevara a la escuela misionera cristiana, y se convirtió en sospechoso cuando fue rechazado. "La duda fue creado en mi mente cuando Norbert continuó evitándome", dijo Akash.
Akash comenzó a investigar el asunto y pronto descubrió que numerosas familias habían enviado a sus hijos con los hombres, como Norbert, que más tarde resultaron ser traficantes. Con la ayuda de un socio ministerio ICC, Akash organizó el rescate de los primeros doce niños en julio de 2012. Más fueron rescatados en octubre de 2012, seguido por más de 100 rescatados desde enero de 2013.
Como cristianos, estos niños y sus familias son una minoría marginada en un país que es más del 90 por ciento de musulmanes. Como minoría, los cristianos tienen dificultades para conseguir puestos de trabajo y obtener una educación de calidad. A veces incluso les está prohibido el uso de pozos comunitarios en las aldeas. Como resultado, muchos cristianos, especialmente las personas Tripura, son extremadamente pobres y desesperados por una vida mejor para sus hijos. Esto, a su vez, los hace vulnerables a los islamo traficantes como Norbert que los venden a las madrassas.
No sólo los islámico traficantes son responsables de este crimen, sino también los dirigentes y “docentes” de las madrassas, que están encantados de convertir al Islam a los “infieles” cristianos y abusar sexualmente de las niñas cristianas.
Todo por Alá y en su nombre.
¡¡ Esa es la moral de los fieles más devotos y creyentes más fervientes del Islam !!
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