Afirma Tamara Falcó: «El Papa Francisco es la pera, me encanta» La hija de Isabel Preysler, y una de las chicas de moda, con su naturalidad, sigue mostrando al mundo del corazón la alegría de su conversión a la fe cristiana.
Lo publica Religión en Libertad, y ha sido una noticia muy leída. La verdad es que la calificación que hace del Papa Francisco es llamativa, juvenil, muy del mundo de la movida. Es un excelente piropo para un Papa que está rompiendo moldes y sorprendiendo cada día al mundo. Sus afirmaciones son verdaderos titulares. Es un Papa decididamente mediático, que se cuela por las rendijas de un entramado social poco abierto al espíritu, y nos hace pensar a todos.
En los últimos días ha arremetido bondadosamente, pero con ahínco, contra la tibieza de los buenos, la mediocridad, el individualismo. Considera a la Iglesia como depositaria de una gran riqueza y variedad de expresiones en las que todo se reconduce a la unidad, al encuentro con Cristo.
Considera la piedad popular como un gran tesoro que tiene la Iglesia, pero que nos ha de llevar a ser misioneros. Cada cristiano y cada comunidad es misionera en la medida en que lleva y vive el Evangelio, y da testimonio del amor de Dios por todos, especialmente por quien se encuentra en dificultad.
«No puede haber diálogo con el príncipe de este mundo, ¡que esté claro!». Una advertencia muy oportuna en un contexto eclesial en el que se niega la existencia del diablo, o da vergüenza hablar de él, como si fuera una invención de tiempos pretéritos. El diablo existe y está muy activo. Y no se puede dialogar con él porque perdemos el tiempo, o termina por convencernos.
“No puede haber diálogo con el príncipe de este mundo, ¡que esté claro!” remarcó, y señaló que “el diálogo proviene de la caridad, del amor. Pero con ese príncipe es imposible dialogar: uno solo puede responder con la Palabra de Dios, que nos defiende”. Yo pienso que hemos cedido mucho terreno al diablo. Y hoy cuesta trabajo desembarazarse de sus garras. Sus armas son vulgares pero potentes: los siete pecados capitales. Hay una oferta muy tentadora de poder, de dinero, de lujuria, de soberbia… Todo eso te daré si me adoras, le dijo a Jesús, y nos dice a nosotros.
“Ustedes pueden preguntar ‘¿Padre, cuál es el arma para defendernos contra estas seducciones, de estas zalamerías, de estas tentaciones que el príncipe de este mundo ofrece?’. El arma es la misma arma de Jesús, la Palabra de Dios, no el diálogo, sino siempre la Palabra de Dios, y luego la humildad y la mansedumbre”.
La humildad, acompañada de la oración confiada, es la clave para salir victoriosos. No lo dudemos, el demonio tiene poder y astucia, pero “Todo lo puedo en Aquel que me da la fuerza”. Un pobre chico me envió, pienso que inocentemente, un correo pidiéndome información sobre trámites para incorporarse a una secta satánica. Ni le contesté, preferí rezar por él. Pero muchos se cuelan en la boca del lobo sin pensar en las terribles consecuencias.
El Papa Francisco es “la repera”, pero diciendo verdades como puños en un lenguaje al alcance de todos. Se le entiende perfectamente. Y al hombre de hoy le ha caído bien este estilo suyo tan natural, tan directo, tan sincero. Hay que estar atento cada día porque seguro que habrá sorpresas.
Juan García Inza