Año del Señor 2021
6 de diciembre
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
DESMONTAR PARA ARREGLAR DESDE DENTRO
Hace varios días que la imprenta dejó de imprimir. No sabía qué le pasaba. Solo sabía que imprimía pero, cuando tenía que sacar el papel, se atascaba.
Probé de todas las maneras: con papel muy seco, en distintas bandejas, con tipos de papeles distintos… y nada.
Al final, después de muchas horas de pruebas, me rendí y llamé al técnico. Esta mañana ha venido, la ha mirado y me ha dicho: “Tiene un problema. Hay que desmontarla y arreglarla por dentro”.
Ha empezado a desmontar la máquina poco a poco. Él sabía qué tornillos quitaba y lo que iba haciendo. Al rato, me llama para decirme que ya estaba arreglada. Y añade: “Ahora lo montamos y ya podemos trabajar”. Así ha sido, a la primera, ha vuelto a imprimir. Yo estaba feliz de poder seguir imprimiendo los calendarios.
Mientras le veía desmontando la máquina, le decía al Señor cómo, tantas veces, queremos y nos empeñamos en arreglar las cosa y no podemos. Por más que lo intentamos no sabemos, porque la avería no está fuera sino dentro. ¡Y qué complicado es mirar en nuestro interior! Más fácil es buscar fuera o pensar que la avería es del otro. Pero no, casi siempre lo llevamos dentro y, para ello, tenemos que dejar que el Señor nos desmonte, entre en nuestro interior y repare lo que se ha estropeado.
Pensamos que rendirnos al Señor es de cobardes, que tenemos que poder con todo, y esto no es real. Él se ha encarnado para poder ayudarte desde tu vida. Para que ya nada sea teoría sino vivencia.
Jesús no nos muestra unas normas, nos muestra un camino, nos muestra vida. Al final, lo importante, es que la imprenta vuelva a imprimir. Cuántas cosas son pasajeras en nuestra vida y las hacemos eternas. Cuánto valor damos a ciertas cosas que pasarán. Solo una cosa es lo importante: la fe y el amor que tienes en Cristo.
En el Evangelio, Jesús, cuando habla con las personas, les hace mirar en su interior. Les pregunta, les interpela, para que se definan en su fe. Jesús miraba su interior, porque, sanando desde dentro, también lo de fuera quedaba sano. Así fue con el leproso, con el cojo... Les hablaba con mucho cariño, pero también muy en verdad.
Hoy el reto del amor es entrar en una iglesia, sentarte en el primer banco, lo más cerca del Señor, y entregarle todo lo que no te funciona. No mires fuera de ti, sino mira en tu interior, y pídele que te regale su paz. Seguro que lo hace. Confía.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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