Monseñor Alfonso Milián y Martín Ibarra Benlloch
En otra ocasión ya os he hablado del prestigioso historiador Martín Ibarra (Zaragoza, 1961), doctor en Historia, que es el actual director del Archivo de Torreciudad, además de secretario del Instituto Mariológico de Torreciudad y de la revista Scripta de María. Es igualmente presidente de la Comisión Histórica para la causa de beatificación de los mártires de la diócesis de Barbastro-Monzón.
Junto al Doctor Ibarra, su Obispo, Monseñor Alfonso Milián.
Y si a ellos sumamos la Fundación Hispania Martyr y como lugar de encuentro el Museo de los Mártires Claretianos nos da como resultado las primeras Jornadas Martiriales con ocasión del Año de la Fe que han convertido Barbastro en la capital de los mártires de la persecución religiosa española. También se contó con la colaboración de la asociación Amigos de El Pueyo.
A alguien le puede parecer una exageración, pero sin pretenderlo, lo que ha sucedido durante estos tres días ha sido un milagro de los mártires de nuestra persecución religiosa. Un nuevo éxito espiritual estas Jornadas que nos llenan de un gozo infinito por saber que el perdón de los mártires lo inunda todo.
Como ya anunciamos la semana pasada se han celebrado, del 9 al 11 de abril, las I Jornadas Martiriales. El alma mater de las jornadas, el doctor Martín Ibarra, escogió como sede el salón de actos del Museo de los Mártires Claretianos de la ciudad barbastrense, para que se sucediesen como una cascada espiritual mesas redondas, trabajos y estudios de los mártires beatificados y de los que serán beatificados en los próximos meses.
El título de las jornadas fue “El martirio en el Año de la Fe” y en ellas pudieron escucharse ponencias como la del profesor de la Universidad San Dámaso de Madrid, el doctor Juan Manuel Cabezas Cañavate, sobre “La devoción al beato Cruz Laplana” (en la foto, sobre estas líneas, con don José Javier Echave -izq.- de Hispania Martyr) o la de Belén Carreras Maya, directora nacional de Pastoral Gitana de la Conferencia Episcopal Española, sobre “La devoción al beato Ceferino”, el primer gitano subido a los altares.
Emocionantes fueron los testimonios de los que, en primera persona, narraron los hechos que en memoria perpetua se narraron en el seno de sus familias. Como las hermanas y la cuñada (bajo estas líneas) de los curetas de Monzón que pronto van a ser beatificados.
La inauguración y clausura de las Jornadas contaron con la palabra del obispo de la Diócesis, Monseñor Alfonso Milián. Se desplazaron personas de ciudades tan diversas como Zaragoza, Madrid, Toledo, Barcelona y Tarragona, además de otros muchos de diferentes partes de la diócesis.
El programa de las Jornadas contaba con varios actos culturales, entre los que destacó la proyección de 20 minutos de la película todavía no estrenada: Un Dios prohibido, dirigida por Pablo Moreno y que versa sobre los últimos días de los 51 claretianos que murieron fusilados en Barbastro en 1936.
Hasta Barbastro se desplazaron el director de la cinta, Pablo Moreno (en la fotografía, bajo estas líneas, con el Obispo de Barbastro) el director de fotografía, Rubén D. Ortega; y la responsable del montaje, María Esparcia. Según informan desde la productora Contracorriente, durante estos días también se van a grabar algunas imágenes en Barbastro, necesarias para completar la película.
Los que pudimos ver esos minutos nos quedamos gratamente sorprendidos. La película dará mucho que hablar y espero que dé mucha gloria a Dios por el testimonio de aquellos mártires.