¿Sabéis quien fue Daniel Cohn-Bendit? Una búsqueda rápida en Google os mostrará como fue uno de los principales líderes de la revolución sexual de mayo del 68. Es aclamado por muchos como un gran liberador aún hoy. Lo que no dicen es que fue defensor de la pederastia. No se atreven. Silencian que escribió un libro en 1975 en cuyas sus páginas relata sus experiencias con menores. Es demencial y asqueroso. Sin embargo eso no le impidió llegar a ser eurodiputado, aunque estas cosas se sabían. ¿Por qué?

Vamos a hablar claro. Estas ideas tan asquerosas estaban muy extendidas y eran defendidas por muchos “liberadores sexuales” en los años 60-70.  Muchos que hoy se llevan las manos a la cabeza aclamaban a este tipo de personajes y no veían a donde podían llevar esos postulados de liberación. 

Cuando se habla del problema de la pederastia se tiende a focalizar en la Iglesia. Ciertamente es una atrocidad. Tiene que ver también con el humo de la mañana llamada revolución sexual colándose por nuestras rendijas. Nunca te dicen que la pederastia es un problema dimensiones muchísimo mayores, especialmente los casos de abusos en familias. Mucho menos te dicen que detrás de estas barbaridades están las ideas de hombres como este que fueron aclamados como grandes revolucionarios. Los datos que se manejan hoy es que de 2008 a 2019 más del 23% de los abusos a menores fueron cometidos por el progenitor. Con esto no quiero justificar ni un solo de los casos que ha habido en la Iglesia, cio caer en el "¡y tu mas!", solo señalar que la problemática no es enfocada en su totalidad y mucho menos relacionada con el que para muchos es un movimiento idolátrico: mayo del 68. 

Y es que en la época de la revolución sexual estas ideas eran aceptadas y divulgadas por muchos que todo lo pornificaban y que llegaban a defender la pedofilia como orientación sexual. Todavía hoy, por cierto, hay grupos y movimientos que defienden estas ideas, abogando por su aceptación social con propuestas tales como la derogación de las leyes de edad de consentimiento a efectos de eliminar de la legislación el uso de la edad como un criterio válido para identificar el abuso sexual infantil y la eliminación de la clasificación de la pedofilia como una parafina por parte de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría, entre otras instituciones reconocidas.

Hoy se habla de la revolución sexual como el gran adelanto. Pero vemos entre sus frutos son destrucción de muchas familias, normalización de la infidelidad, cosificación de las personas, y el que nunca reconocerán: la oleada mundial de pederastia que tanto daño ha hecho y continúa haciendo. Dirán que eso fue solo en la Iglesia, y que la culpa es del celibato, pero ya veis con los datos que la realidad es otra y que el pensamiento de algunos de los líderes de este movimiento era una defensa directa del mal. Aún hoy estas ideas las mantienen algunos de sus herederos, muchos más de los que parecen.

La paz