Se ha ido estableciendo en muchas diócesis españolas la llamada JORNADA MARTIRIAL. El 6 de noviembre fiesta de los Santos Pedro Poveda e Inocencio de la Inmaculada y de los santos y beatos compañeros mártires de la persecución religiosa se acude a algún lugar martirial o parroquia en la que se veneran las reliquias de los mártires beatificados.
Es el caso de la diócesis de Almería que el pasado miércoles celebraron su Jornada Martirial en las parroquias de Líjar y Cantoria, en el arciprestazgo del Almanzora.
Con el obispo al frente, monseñor Antonio Gómez Cantero, el día -leemos en la excelente página web de la diócesis- comenzó con la memoria martirial del beato José Ruiz Berruezo, natural de Vera, ordenado sacerdote en 1925 con 24 años y párroco de Líjar de 1931 a 1936, momento en el que dio la vida por Cristo, momento compartido con la comunidad parroquial de este pequeño pueblo con su bella iglesia.
Después tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en la parroquia de Cantoria, en torno al beato Juan Antonio López Pérez, hijo de este pueblo y párroco de esta parroquia, donde fue bautizado y vivió su ministerio sacerdotal desde 1905 a 1936, muriendo mártir el mismo día de su bautismo de ese año con 55 años.
Brujuleando por la página web llegué al 31 de agosto y me encontré con esta magnifica sorpresa que recojo para que podamos peregrinar a venerar más lugares martiriales.
En la catedral de Almería tuvo lugar el día 30 de agosto la celebración especial de la fiesta del beato Diego Ventaja Milán, Obispo mártir de Almería, junto con sus compañeros mártires, beato Manuel Medina Olmos, Obispo mártir de Guadix y los siete Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle) de la comunidad de Almería, todos beatificados en Roma el 10 de octubre de 1993.
Con la presencia de muchos familiares del beato Diego Ventaja y de los beatos Mártires de Almería junto a la comunidad de Hermanos de La Salle de Almería y distintos sacerdotes, la Eucaristía fue presidida por nuestro Obispo diocesano Mons. Antonio Gómez Cantero, que destacó en su homilía que «la Casa Madre, corazón de nuestra diócesis, es el mejor lugar para poder venerar y aprender de la vida de estos testigos, que siguen contemplando y cuidando nuestra Iglesia, desde la gloria prometida. El Señor nos bendice en ellos».
Aquí la homilía completa: HOMILÍA DEL OBISPO EN LA MEMORIA DEL BEATO DIEGO VENTAJA – Diócesis de Almería
Concluida la Eucaristía con la Bendición Papal, los asistentes se desplazaron a la Capilla Martirial para venerar el relicario del cráneo del beato Diego Ventaja colocado bajo la arqueta de las reliquias de los beatos Mártires de Almería, e inaugurar el listado de todos los Beatos Mártires de nuestra Iglesia particular que se ha grabado en las paredes de esta Capilla, a petición del Cabildo Catedral y su Deán.
Después se desplazaron a la Capilla de La Asunción, antigua Parroquia del Sagrario de la Catedral, donde en su altar el Sr. Obispo bendijo el relicario con las reliquias de los Santos y Beatos naturales de Almería, hoy en los altares por la santidad de su vida y sus virtudes o por martirio en otros lugares de España: San José María Rubio SJ, Santa María Soledad Torres Acosta S. de M., Beato Cecilio López López OH, Beato Feliciano Martínez Granero OH, Beata María Dolores Rodríguez Sopeña ICDS, Beato José María de la Dolorosa OCD y Beata Josefa Ruano García HAD.
Tras el retablo de esta Capilla se han colocado las cajas selladas de las reliquias que estaban en la Iglesia de Las Salinas de Cabo de Gata para evitar su deterioro, una vez obtenidas las autorizaciones civiles y canónicas correspondientes.
Finalmente, se inauguró el espacio ubicado en el Museo de la Catedral para el Beato Diego Ventaja que contiene su cruz pectoral y anillo de consagración, un alba utilizada por él y que ha sido donada al Sr. Obispo, las piezas de cristal con las que él y sus compañeros mártires celebraban la Eucaristía en la prisión del Convento de las Adoratrices de Almería, conservadas y donadas por ellas, y el reloj de la madre del Beato Diego Ventaja. Su báculo y mitra se encuentran en la Capilla martirial.
Decía Don Antonio para concluir su homilía: «ahora están aquí entre nosotros, en medio de nuestra ciudad, de nuestra comunidad cristiana. Recurramos a ellos para superar toda clase de pruebas y encontrarnos definitivamente con ellos en la gloria del Padre». Son el mejor tesoro de la Casa Madre, de la Catedral de Almería: allí nos esperan.