Antes de hablar de cada uno de los Mandamientos, he creído oportuno decir unas palabras sobre el enfoque de los mismos. He aquí el motivo de publicar previamente dos entrevistas sobre la fe, ya que los Mandamientos los hemos de vivir desde la fe en Jesús.
Vamos con la primera.
PREGUNTA Monseñor, buenos días. Hace poco le oí hablar a un grupo de jóvenes sobre la fe, y me llamó la atención algo que les dijo sobre los ateos. ¿Me permite hacerle unas preguntas sobre una frase que dijo, de que los ateos son los más incoherentes del mundo?
RESPUESTA Claro que sí. Puedes empezar.
PREGUNTA Me parece que su frase era un poco dura y muy tajante. El creer o no creer es cosa de uno, por lo tanto, el mismo derecho a creer o a no creer es algo libre y todos tenemos el mismo derecho a pensar que Dios existe o que no.
RESPUESTA Efectivamente, todos tenemos los mismos derechos a pensar libremente y unos piensan de una manera y otros, de otra. Pero la verdad es una y está fuera de nosotros. Uno tiene derecho a pensar en pleno día que es de noche, pero la verdad está fuera de la órbita de unos y de otros. Y si uno se empeña en pleno día en decir que es de noche, allá él, pero no puede ser de día y de noche a la vez en un sitio determinado.
PREGUNTA Es cierto, pero en el caso de Dios, nadie lo ha visto y todos hemos visto el día y la noche; y si no hemos visto a Dios, ¿por qué dice Ud. que son incongruentes los ateos?
RESPUESTA Porque lo son. Vamos a ver; nadie hemos visto cómo se escribió el Quijote, y un buen día se nos ocurre meter en unos sacos todas la letras del Quijote e ir a un gran espacio abierto y vaciar los sacos esparciendo todas las letras y aparecen perfectamente ordenadas de manera que el Quijote se puede leer perfectamente en ellas. Uno tiene derecho a pensar como quiera, pero ¿te parece lógico que eso se pueda dar? Y si alguien dice que sí ¿sería coherente?
PREGUNTA Hombre, si me lo pone así…
RESPUESTA Pues te lo voy a poner de otra manera. ¿Qué es más difícil, que las letras del libro aparezcan ordenadas, o que aparezcan ordenadas las células de un ser humano? Y no sólo las células de un hombre, sino las células de los millones de hombres que ha habido en el mundo y que habrá. Y no sólo del ser humano sino de todos los animales, plantas y minerales habidos en el mundo. Fíjate que en la actualidad, los científicos de todo el mundo están investigando a fondo cómo funcionan las neuronas para aplicar su funcionamiento a la medicina. Quiera Dios que lo descubran, pero lo cierto es que esas neuronas y su funcionamiento están presentes en el primer ser humano desde hace millones de años.
PREGUNTA Por lo que me va diciendo, me parece lógico que exista un ser superior que lo haya creado todo, pero ese ser ¿es Dios?
RESPUESTA Llámalo como quieras, pero existe. Por otra parte, hay muchas religiones en el mundo y las ha habido en la Historia; es cierto que no todos entendemos lo que es Dios de la misma manera y de ahí vienen las divergencias entre las religiones. Los que creemos en Jesús nos gusta llamar a Dios como nos enseñó Él: nos enseñó a llamarle “PADRE”. ¡Qué hermoso es llamarle así! Sabiendo que nos ama con locura.
PREGUNTA Supongo que nos habrá creado por algo. ¿Para qué nos ha creado?
RESPUESTA Sencillamente, para ser felices amándole y amando a los demás como hermanos. Y para eso nos ha indicado el camino, que es el que Jesús recorrió, amarnos como Él nos ha amado. ¿Hay alguna moral superior a ésta?
PREGUNTA Es cierto eso que dice. Pero ¿quién es capaz de vivir así? Me parece que teóricamente está bien, pero a la hora de la práctica, ni los católicos viven así, porque hay cada uno… RESPUESTA Nada de cada uno. Hay cantidad; y creo conocer más casos que tú, después de haber ejercido muchos años mi profesión sacerdotal. Sin embargo, a ver qué asociación puede presentar tantos casos de personas que se han sabido sacrificar por los demás, incluso hasta dar su vida como puede presentar la Iglesia.
Todas estas actitudes parten desde la fe. Y no podemos llegar a las puertas de la fe si no admitimos la realidad de Dios; incluso admitiéndola, no podemos llegar a la fe por pura lógica humana. Es Dios quien nos da la verdadera fe; por eso la fe no es ciencia ni algo que podemos alcanzar por nosotros mismos, sino puro regalo de Dios.
José Gea