Continuamos narrando los hechos de Garabandal, que adquieren especial interés en los momentos históricos que estamos viviendo en la Iglesia.
En 1965 Conchita dijo que en algunas ocasiones no sabía si contar algunas cosas porque, aunque la Santísima Virgen no se lo prohibió, tampoco le dijo que lo dijese.
La Santísima Virgen, el 1 de Enero de 1965, le reveló el AVISO que va a venir y esto sí que lo podía decir, en cambio, la importantísima conversación del 8 de diciembre de 1963 acerca de cosas futuras que van a suceder no se las permitió decir ni siquiera bajo secreto de confesión.
La conversación tan importante que continuamos aquí la contó en presencia de cuatro testigos: su madre Aniceta, D. Albrecht Weber, su madre Elisabeth Weber y Eloisa Deguia. Fue en la tarde del día 13 de noviembre de 1965, el día de la última Aparición de la Santísima Virgen. La Sra. Elisabeth Weber tomó notas detalladas. En este día, D. Albrecht Weber habló largamente con Conchita de varios temas relacionados con las Apariciones.
La primera parte de la conversación dice:
Cuando la noticia de la muerte del Papa Juan XXIII llegó al pueblo, las pequeñas campanas de la Iglesia anunciaron la muerte del Papa con un tono fúnebre.
Conchita fue con su madre Aniceta y la Sra. Ortiz de camino a la Iglesia. Surgió la siguiente conversación: -- El Papa ha muerto. Dijo su madre.
Contestó Conchita:-- Ah, que el Papa murió. Entonces quedan TRES papas.
Hasta aquí todo muy bien. Sin embargo, una vez de vuelta a casa, Aniceta no estaba tranquila y quiso conocer más profundamente los pensamientos de su hija que parecía reservarse en presencia de la Sra. Ortiz. En casa, a solas, temiendo un posible error de su hija, le pregunta su madre:
-- ¿De dónde sabes que solamente quedan TRES papas?
Conchita respondió: -- De la Santísima Virgen. En realidad me dijo que aún vendrían CUATRO papas pero que Ella no contaba uno de ellos.
Dice Aniceta: -- Pero entonces, ¿por qué no tener en cuenta UNO?
Responde Conchita:
-- Ella no lo dijo, solo me dijo que UNO no le tenía en cuenta. Sin embargo me dijo que gobernaría la Iglesia por muy poco tiempo.
A la pregunta: -- ¿Quizás por eso no lo cuenta?
Conchita dice: -- No lo sé.
Su madre: -Y ¿qué viene después?
-- Ella no lo dijo.
Hasta aquí el primer fragmento de la conversación. La Virgen dice claramente que, después de Juan XXIII, habrá cuatro Papas más pero que uno de ellos no le tiene en cuenta. Aniceta no entiende por qué y le pregunta a su hija si será por el motivo de que gobernará la Iglesia por muy poco tiempo. Sin embargo la Santísima Virgen no explica la causa de la repentina muerte de Juan Pablo I ni cuál es el motivo concreto por el que no le cuenta pero sí indica claramente que el que Ella no cuenta es el que reinará poco tiempo, es decir el papa Juan Pablo I.
Así pues los cuatro Papas, después de Juan XXIII, son: Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI y el que la Virgen no cuenta, cuando dijo "Solo quedan TRES papas", es Juan Pablo I. Hay que entenderlo así: Solo quedan TRES papas que gobernarán normalmente a la Iglesia ya que a Juan Pablo I no le dio tiempo a realizar ni siquiera la primera de las grandes reformas que pensaba hacer.
Continúa aquí la conversación. Después de una breve pausa, dice Conchita: -- La Santísima Virgen nos ha hablado varias veces que su Hijo Jesús vuelve de nuevo pero no sé cuándo Él vendrá. Este acontecimiento es la Parusía o Segunda Venida del Señor precedida de los acontecimientos descritos en el Apocalipsis y conocida como FIN de los Tiempos que NO es el FIN del mundo. Prosigue Conchita:
-- También nos dijo que habrá una sola religión, que los que están separados se reunirán de nuevo.
Esto lo han oído varios testigos durante los éxtasis: "las iglesias se unirán". Esto es lo que el Santo Padre Benedicto XVI pidió, en la Santa Misa de la inauguración de su pontificado, a Jesús, el Buen Pastor, que ha prometido que "Él mismo, reunirá a su ovejas".
Aniceta concluye esta parte de la conversación: -- ¿Estás segura que la Virgen te dijo todo esto?:
Conchita: -- Sí.
Aniceta advirtió entonces que jamás consentiría una mentira delante de ella. Es decir que la antigua conversación ya relatada, que fue a solas de ella con Conchita, fue cierta. Sabemos que Conchita habló de estas cosas que van a venir con su hermano mayor Serafín y que Serafín oyó muchas cosas de su hermana en éxtasis. Serafín mismo lo dijo: -- A mí me dijo Conchita todo como se va a desarrollar y a partir de que suceda un acontecimiento en la Iglesia ya sé seguro que viene el Milagro.
También dijo Serafín: -- Ella, Conchita, sabe más cosas que no me ha dicho. Ella sabe cuándo sucederá el Milagro, la fecha exacta, pero a mí esto no me lo dijo.
Monseñor Garmendia dice que tuvo una prueba ciertísima de que Conchita decía la verdad cuando eligieron a Juan Pablo I. En vida de este papa Conchita le dijo: -- Este Papa que han elegido va a durar muy poco tiempo.
Se sabe con toda certeza por varios testigos que Conchita habló por primera vez de esto, no solo después de la muerte de Juan XXIII, sino unos seis meses antes, en 1962. En las anotaciones de D. Francisco Clapes Maymó, un señor de Barcelona que estuvo en Garabandal en diciembre de 1962, de la noche del 19 al 20 de diciembre, miércoles a jueves, hay algo muy importante: Conchita tuvo éxtasis de 3:15 a 5:15; empezó en su casa y estaban presentes: la señora Mercedes Salisachs, Nati, la madre de la niña y su hermano Serafín. Conchita salió de casa, recorrió el pueblo, subió al "cuadro" y bajó de espaldas, fue al cementerio y a casa de Mari Cruz.
Durante el éxtasis se le oyó: -- Mercedes dice que San Malaquías ha profetizado sobre los papas y que ya solo quedan dos...
Esta expresión es incorrecta. Mercedes se refiere a que San Malaquías habla de cinco Papas después de Juan XXIII, por lo que, si solo se cuentan TRES, hay dos más en San Malaquías. Después del éxtasis, Conchita comunicó la respuesta de la Virgen: que, después de Juan XXIII, habrá todavía tres para el Fin de los Tiempos.
Maximina fue testigo de la profecía. Escribe así, el 20 de diciembre de 1962: -Hoy dijo (Conchita), que ya no habría nada más que otros tres Papas. Traía un diálogo con la Virgen, se veía que precioso. Dijo también, no recuerdo en qué planetas o astros, que había gente; me parece que dijo en dos.
Hubo muchas conjeturas sobre los papas, procedentes de muchas fuentes y la autenticidad de esta conversación y los nombres de los testigos se dieron a conocer cuando D. Albrecht Weber publicó su libro "Garabandal - Der Zeigefinger Gottes" en 1993. Para este año ya se había escrito muchísimo sobre los TRES Papas. Se puede decir que Benedicto XVI es el papa que más conoce de estas Apariciones de la Santísima Virgen María porque, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por más de veinte años, estudió las apariciones y en particular las de Fátima y Garabandal. Él mismo dijo que una de las partes del tercer secreto de Fátima no ha sido revelada en el año 2000.
Precisamente faltan por revelar las "Palabras" de Nuestra Señora que dijo a los pastorcitos de Fátima, las del tercer secreto, solo se ha revelado la Visión. EL comienzo del tercer secreto de Fátima lo escribió Lucía en su cuarta memoria pero solo estas palabras: "En Portugal se conservarán los dogmas de la fe, etc. Esto no lo digáis a nadie. A Francisco si podéis decírselo".
Esas palabras y lo que sigue, donde Lucía puso etc. es el Tercer Secreto de Fátima. La Virgen digo "Esto no lo digáis a nadie. A Francisco si podéis decírselo". Estas frases indican que la Santísima Virgen habló a los pastorcitos del importantísimo tercer secreto. Se ha negado la existencia de estas palabras, pero es muy claro si se lee detenidamente. Dado que Francisco, en Fátima, solo veía a la Virgen pero NO la oía, es claro el por qué la Virgen dijo "A Francisco si se lo podéis decir". La Virgen dijo esas palabras, que no se han revelado y que fueron selladas en un sobre.
¿Por qué no dijo esta parte del secreto, la más importante, el entonces Cardenal Ratzinger? Porque según el testimonio de los que lo leyeron, el contenido es apocalíptico. Tiene relación con la pérdida de la FE, la apostasía dentro de la Iglesia, la pérdida de muchas almas y grandes castigos que afectarán al mundo entero. En 1980 se le preguntó al papa Juan Pablo II:
-- ¿Qué hay con relación al tercer secreto de Fátima? Ya debía haber sido publicado en 1960.
Respuesta del Santo Padre: -Debido a su impactante contenido y para evitar que el poderío mundial del comunismo interfiriera en los asuntos de la Iglesia, mis predecesores proporcionaron información confidencial de manera diplomática. Además, debe bastar a cada Cristiano saber lo siguiente: cuando ustedes leen que "los océanos inundarán continentes, que millones de hombres morirán repentinamente en pocos minutos, etc." si esto es conocido, en realidad no es necesario demandar la publicación de este secreto.
Entonces el Papa tomó el Rosario y dijo: -- ¡Aquí está el remedio! ¡Oren, oren y no hagan mas preguntas!. ¡Encomienden el resto a Nuestra Señora!
En el año 2000 solo se ha revelado la parte del Secreto que se refiere a la Visión. El Tercer Secreto incluye el Castigo condicional del que se habla en las Apariciones de la Virgen María en Garabandal, ya desde el primer Mensaje. Del Castigo se habla en los capítulos XV y XVI del Apocalipsis, las Siete Copas de la Ira de Dios. Lo dice el segundo mensaje: "Debéis evitar la Ira de Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos, si le pedís perdón con alma sincera Él os perdonará". La pérdida de muchas almas es la causa del sufrimiento de la Santísima Virgen que quiere llevarnos a todos al Cielo.
Decía la Santísima Virgen a los tres pastorcitos de Fátima después de la Visión del infierno: -- ----Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz.
La guerra terminará pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche iluminada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre.
Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones contra la Iglesia; los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Por fin, mi Corazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal se conservarán los dogmas de la fe, etc... (Aquí comienza la tercera parte del secreto, escrita por Lucía en enero de 1944). Esto no lo digáis a nadie. A Francisco si podéis decírselo.
Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: "Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia".
En Garabandal dijo Jesús a Conchita: -- "El Milagro viene para convertir el mundo entero".
Y también dijo que "Rusia se convertirá". Si el mundo cambia después del Aviso y el Milagro NO vendrá el Castigo, si el mundo no cambia entonces vendrá el Castigo. La Santísima Virgen dijo que Dios no mandaba el Castigo para fastidiarnos sino para reprendernos de que no le hacemos caso.
El remedio a todo esto es cumplir los mensajes. Conchita dice: ahora todos esperar que venga el Milagro y el mundo cambie y que el Castigo no venga.
¿Cuando viene el Aviso y el Milagro y en qué consistirán?: Está dicho por las videntes. Lo veremos en el próximo post.
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