En el programa Diálogos con la Ciencia que dirige Javier Angel Ramírez y tanto para DclC como para Religión en Libertad, hemos tenido el inmenso placer de entrevistar a Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, argentino, de Buenos Aires, ordenado sacerdote en 1968 y consagrado obispo en 2001. Autor de más de un centenar de publicaciones que versan sobre los temas más variados, con especial detenimiento en las figuras de Aristóteles, Santo Tomás y Hegel, fue Decano de la Facultad de Filosofía en la Universidad de Letrán desde 1987 a 1996 y es desde 1998 Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias.
ECyA. Monseñor, buenas noches, ante todo dígame ¿qué es la Pontificia Academia de las Ciencias?
M.S.S. La Pontificia Academia de las Ciencias es la Academia dei Lincei(1) que fue fundada en 1603 por el Príncipe Federico Cesi, y cuyos inspiradores fueron Galileo Galilei y el Papa Aldobrandini(2).
ECyA. ¿En qué áreas trabaja la Pontificia Academia de las Ciencias?
M.S.S. La Pontificia Academia de las Ciencias fue la primera academia de ciencias del mundo. Después inspirada en ella se hizo la Royal de Inglaterra y la de Francia, y trabaja en ciencias naturales. Trata de recoger una opinión común de los problemas emergentes y ofrecerlo a la comunidad científica y naturalmente a la Santa Sede.
ECyA. Me pone Vd. la pregunta en bandeja: se acostumbra a decir que la labor de la Iglesia sólo ha contribuído a retrasar el avance de la ciencia, ¿es esto verdad?
M.S.S. Esto es lo que dicen pero la realidad es la contraria. La ciencia la sofoca el pensamiento moderno, pero no la Iglesia, que al contrario, siempre reconoció su propia racionalidad.
ECyA. ¿Existen otras pontificias academias?
M.S.S. Bueno existen otras pero no dependen directamente del Papa como ésta.
ECyA. ¿Ciencia y fe son compatibles, Monseñor?
M.S.S. Son, como decían Juan Pablo II y Santo Tomas, dos rayos que parten del mismo sol. A veces parece que se contradicen, pero en realidad, partiendo del mismo sol… lo que pasa es que son distintos planos. Si uno confunde los planos es como andar en una pista de automóviles; si uno se mete en la contraria, choca. Si se respetan los planos epistemológicos no hay contradicción, y hay armonía, y se estimulan una y otra.
ECyA. A fecha de hoy, ¿cuáles son los grandes retos a los que se enfrenta la ciencia en los próximos tiempos?
M.S.S. Los grandes retos son el tema de la evolución y el tema de la creación, que ahí justamente no hay ninguna oposición si uno entiende bien las cosas. La creación es la participación del ser por parte del Ser por esencia, en cambio la evolución es el modo como evoluciona ese ser creado por Dios. El otro tema es el origen del hombre; el otro tema es el fin de la vida humana; el otro tema importante es el cerebro y la inteligencia. O sea, son temas que se concentran en gran parte en la antropología. Por otro parte, los otros temas son los relacionados con el environment, el ambiente. Naturalmente la Academia sostiene, y por suerte el Papa Benedicto estaba totalmente en esa línea, que el uso del material fósil ha recalentado el planeta. Y eso es debido a una actividad antrópica, es decir, a la actividad humana que usa desproporcionadamente el material fósil. El gran problema del futuro también es el tema de la energía por la energía fósil que, como digo, compromete el hábitat. Y la energía nuclear tiene muchos problemas, como los son los residuos nucleares, y como son los costes enormes para hacer la centrales nucleares, como son los peligros que ofrece. Así que se están buscando nuevas formas de energía, más bien de energía renovable. La Academia está en esa línea.
ECyA. Cuando el hombre observa el cosmos le sorprende el orden del cosmos. Quizás eso sea una de las cosas que mejor nos indique la existencia de un ser creador. Uno de los grandes laboratorios gestionados desde la Santa Sede es el Observatorio Astronómico Vaticano. Háblenos un poco sobre él.
M.S.S. Fue fundado por Pio XI, cuando restaura la Academia de las Ciencias, y lo tenía en la misma villa en la que le vivía, en Castegandolfo. Ahora lo han corrido un poco y han hecho otra central en Estados Unidos, en Houston, y sigue funcionando, siempre es uno de los brazos de la ciencia, de la tradición de Galileo, porque a Galileo le interesaba naturalmente la astrofísica junto con la física. La Iglesia ha cultivado siempre esta tradición. Y ahora han hecho muy buenas publicaciones que hacemos nosotros en la Academia también junto con ellos, porque el director es miembro de la Academia durante munere y es una persona actualmente muy capaz y han hecho sobre el tema de la vida en el universo, y muchos temas avanzados, el multiverso y otros temas más. En fin, efectivamente cuanto más se vea el universo, más uno se admira de la infinidad y de la belleza y naturalmente del orden, porque dentro de todo hay un gran orden. Y de ahí es muy difícil no concluir que tiene que haber uno que lo hizo, siempre teniendo en cuenta las grandes leyes de la ciencia.
ECyA. ¿Cuál ha sido la relación de Benedicto XVI con la Pontificia Academia de las Ciencias?
M.S.S. La relación ha sido excelente porque tuvimos la suerte de que el Papa Juan Pablo II lo hiciera académico a Benedicto XVI cuando era Cardenal Ratzinger, junto con el Cardenal Martini y con el Cardenal Cotier. Pasó lo mismo que con Pío XII, que Pío XI lo hizo miembro de la Academia. Así que Benedicto XVI es el segundo Papa que sale de la Academia. El ya conocía por lo tanto la Academia, en el 98 fue hecho académico, y luego tuvo una relación tal que nos ha dejado siempre hacer todo. Es la única academia que ha tenido gran libertad de investigación, hemos tocado todos los puntos más difíciles. Y él ha tenido la bondad de nombrar un presidente que no es católico, pero naturalmente es cristiano, que es un premio nobel de biología Warner Albert… ¡y el coraje!, un presidente muy bueno que siempre trabajó en la Academia como vicepresidente. Y además lo invitó ahora al Sínodo de los obispos para que explicara el nuevo concepto de naturaleza que surge a la luz de la ciencia. Ningún Papa había invitado hasta ahora a nuestro presidente a hablarle a los obispos del mundo entero. Esto demuestra la confianza que el Papa tenía y su buena relación con la Academia. Nosotros estamos en este sentido muy tristes porque claro, dejamos de tener un académico papa, o un papa académico. Seguramente el Espíritu Santo mandará otro buen papa pero éste con nosotros tuvo óptima relación.
ECyA. En estos ocho años que ha durado el pontificado de Benedicto XVI, académico de la Pontificia ¿qué hitos se han producido por lo que se refiere a la Pontificia Academia de las Ciencias?
M.S.S. Hemos publicado, y lo puede encontrar en nuestro sitio en internet casinapioiv.va o pas.va, los distintos encuentros que hemos tenido en la Academia. La mayor parte de las veces el Papa nos ha dado una audiencia y ha hablado sobre los temas de la Academia, así que ha hablado sobre el tema del creación, sobre el tema de la evolución, sobre la vida, sobre el valor cultural de la ciencia, sobre el valor de las prescripciones en la ciencia... Prácticamente todos los temas que hemos tocado, el Papa ha hecho un mensaje entrando en dialogo con lo que decía la Academia.
ECyA. ¿Qué mensajes ha transmitido Benedicto XVI a la ciencia y a los científicos durante su pontificado? ¿Cuáles han sido los más importantes?
M.S.S. Yo diría que el Papa Benedicto XVI siguiendo la línea de la tradición de los papas y particularmente de Juan Pablo II, y de Santo Tomas, la razón y la fe tienen que ir juntas. Una fe sin razón va muy cerca del mito. Una razón sin fe es racionalismo y tampoco entiende la realidad. Como dice la encíclica “Fides et Ratio”, son las dos alas con las cuales se llega a la verdad, que es lo que decía Santo Tomás en la “Suma contra Gentiles”. La verdad que es el fin del universo se llega por la razón y por la fe. Aquí no lo vemos a Dios cara a cara, así que necesitamos de las dos luces y hay que armonizarla, naturalmente parte de la razón es la razón de la ciencia. Así que el mensaje de Benedicto se puede decir que era que la ciencia tiene su verdad, pero no es la verdad completa, el también siempre habla de que hay que alargar el horizonte de la verdad de la ciencia a la verdad de la filosofía, de la teología y de la fe, pero armonizando una con la otra.
Y el otro mensaje es que hay utilizar la verdad de la ciencia para defender la antropología cristiana. Porque si la ciencia por ejemplo dice que el niño que no ha nacido es lo mismo que el niño que ha nacido, entonces el aborto es una cosa grave, cosa que antes no se sabía, pero ahora ya se sabe. Si la ciencia dice que ya desde la primera célula tenemos todo el código genético que esa célula transmite a todas las otras, es muy difícil decir que no está presente ya ahí un individuo humano. O sea que la iglesia siguiendo la ciencia, ha madurado su pensamiento sobre el hombre. Y hoy Para defender la ley natural hay que apyarse en la ciancia. Y la ciencia no hace más que mostrar, eso es lo que dice también el Papa Benedicto, como los otros papas, la grandeza de la creación, y no es otra cosa que una vía y una prueba de la existencia del Creador. Así que ese es el mensaje actualizado de Benedicto respecto del gran tema de la ciencia y naturalmente en el proyecto de la Iglesia que es evangelizar nuevamente al mundo, no puede no hacerse el camino que va de la fe a la razón, pero también de la razón científica a la fe. Por eso es muy importante conocer hoy seriamente las propuestas que hace la ciencia que en nada contradicen la fe.
¿Que dicen que el Papa Benedicto fue conservador? Con nosotros no fue para nada conservador sino el más abierto de todos los papas de los que yo he tenido experiencia como canciller.
ECyA. Un papa científico, un Papa pedagogo que se explicaba muy bien…
M.S.S. Un papa científico, un Papa pedagogo… un Papa interesado por la verdad en todos los campos. Otra cosa que diría es que la ciencia, algo en lo que insistía Juan Pablo II y también Benedicto XVI, no se puede desinteresar del problema de la justicia y del desarrollo de los pueblos. Una ciencia que tiene que tener un ojo también al bien común y al bien de los pueblos.
ECyA. Gracias Monseñor, que tenga un tiempo muy bueno ahora que viene tiempos difíciles ahí en Roma
M.S.S. Estamos de retiro espiritual. A los católicos y a los cristianos les quiero decir que es bueno que recen para que el Espíritu Santo ilumine a los responsables que nos tienen que dar un nuevo Papa.
ECyA. Hay decisiones muy importantes que tomar en los próximos días. Y a ver si efectivamente el nuevo Papa como lo ha sido Benedicto XVI es tan cercano a la Pontificia Academia y a la ciencia en general.
M.S.S. Esperamos que si porque todos los últimos papas han sido cercanos, éste ha sido particularmente porque ha sido miembros de la Academia, pero en general todos los papas han sido cercanos a la Academia.
ECyA. Monseñor muchas gracias.
M.S.S. Bueno, si viene para Roma no deje de visitar la Academia que va a ver algo bonito.
ECyA. No le quepa duda, ahí estaremos.
M.S.S. Muchas gracias.
ECyA. Muchas gracias, Monseñor.
(1) Nota del entrevistador: Pontificia Accademia dei Nuovi Lincei (Academia Pontificia de los Nuevos Linces)
(2) Nota del entrevistador: Clemente VIII
©L.A.
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