Analizados ya los casos de San Ponciano (), San Celestino V () y Gregorio XII (pinche aquí), entre los papas abdicantes podría figurar también San Silverio, como podría figurar también, pero nunca al mismo tiempo eso sí, su sucesor, Vigilio. Un buen dilema ¿verdad? Pues bien, vamos a intentar resolverlo.
La historia comienza cuando el 1 o el 8 de junio del año 536 Silverio es electo papa. A Silverio le toca vivir la época en el que el antiguo Imperio Romano de Occidente se encuentra dividido en los diversos reinos resultantes de su ocupación por los pueblos bárbaros, sufriendo incluso el intento de penetrar en Roma de los ostrogodos, los cuales, aunque no lo consiguen, llega a sus mismos suburbios y los saquean.
Silverio pide auxilio al Imperio Bizantino, con lo que sale de las fauces del tigre para meterse en las del león, ya que el poderoso emperador Justiniano manda a su general Belisario, ocasión que éste, fiel a la Emperatriz Teodora, protagonista indiscutible de la época, tan importante por lo menos como su marido y no siempre con los mismos intereses, aprovecha para secuestrar al Papa y trasladarlo a Patara de Licia, en Asia Menor, por oponerse a la herejía monofisita. Una herejía, el monofisismo, según la cual, en Cristo no hay dos naturalezas, la humana y la divina, sino solamente una, la divina, que aunque había sido condenada en el Concilio de Calcedonia (451), es sin embargo la que sostiene la Emperatriz a quien Belisario es fiel. El caso es que el 22 de abril del año 536, Belisario, que no pierde el tiempo, hace proclamar papa al diácono Vigilio, candidato romano de Teodora, al que ésta había conocido cuando acompañaba al Papa San Agapito I a Constantinopla en el año 536.
Entretanto en Patara, el obispo de la ciudad defiende a Silverio ante el Emperador, y lo hace con tanto talento que consigue que éste lo libere y le permita retornar a Roma. Pero en el camino de vuelta, es capturado por los partidarios de Vigilio que una vez más con el respaldo de Belisario, lo destierran a la isla de Palmarola, en el Mar Tirreno, frente a Nápoles.
El final de Silverio es incierto, y no se sabe si muere en esa isla o en la de Ponza, ni si fue por los malos tratos y el hambre sufridos o directamente asesinado.
A partir de ahí se abren dos alternativas historiográficas. Según la primera Silverio, presionado por Belisario, habría abdicado el 11 de noviembre el año 537, a apenas unos días de su muerte, acaecida en el 537, quizás el 2 de diciembre, con lo que legitimaba así de una manera automática el papado de su rival, Vigilio, desde esa fecha.
Según la otra alternativa, tal renuncia no se habría producido nunca, con lo que Vigilio habría sido antipapa hasta la muerte de Silverio, y sólo habría sido legítimo papa después de dicha muerte. Según esta segunda hipótesis, Vigilio, precisamente para legitimar su pontificado, habría abdicado al morir Silverio, y en una nueva elección, realizada una vez más bajo la tutela del poderoso Belisario, habría sido reelecto por el clero romano. Porque lo que es un hecho es que sea desde una fecha, es decir, desde el 11 de noviembre el año 537, o sea desde otra, es decir, desde la de su re-elección, pero Vigilio es considerado legítimo papa de Roma.
Con todo lo cual tenemos una abdicación segura, si bien no sabemos bien cual: o la de Silverio para que reine Vigilio, o la del propio Vigilio, pero en este segundo caso, para reinar él mismo, lo que por otro lado convertiría su hipotética abdicación, ya que de abdicaciones hablamos, en una abdicación muy singular. El Anuario Pontificio del año 2002 parece abonarse a la primera tesis, esto es, la de la abdicación de San Silverio.
Con todo lo cual tenemos una abdicación segura, si bien no sabemos bien cual: o la de Silverio para que reine Vigilio, o la del propio Vigilio, pero en este segundo caso, para reinar él mismo, lo que por otro lado convertiría su hipotética abdicación, ya que de abdicaciones hablamos, en una abdicación muy singular. El Anuario Pontificio del año 2002 parece abonarse a la primera tesis, esto es, la de la abdicación de San Silverio.
San Silverio es santo patrono de Ponza en Italia, y de Ingeniero White en la Argentina, lugares ambos donde su fiesta el 20 de junio se celebra con una preciosa procesión del santo papa a bordo de una barca adornada de las flores rojas del martirio y portada por los pescadores.
En cuanto a Vigilio, recae sobre él el dudoso honor de ser el cuarto papa de la historia de la Iglesia que no es santo, mientras que su enemigo Silverio hace el número 55 de los papas que sí lo son.
San Silverio es considerado mártir, uno de los últimos papas mártires de la Iglesia pero no el último, honor que corresponde a San Martín I, de quien tendremos también ocasión de parlamentar aquí. Se da la curiosa circunstancia de que San Silverio era hijo de otro papa, y no precisamente en indignas circunstancias. ¿Consigue Vd. hallar la solución al dilema? Pues bien, haberla hayla, pero mejor se lo cuento otro día (¡Ah! y si Vd. lo sabe, no me lo ponga en comentarios, que no se lo publico, ¿eh?).
San Silverio es considerado mártir, uno de los últimos papas mártires de la Iglesia pero no el último, honor que corresponde a San Martín I, de quien tendremos también ocasión de parlamentar aquí. Se da la curiosa circunstancia de que San Silverio era hijo de otro papa, y no precisamente en indignas circunstancias. ¿Consigue Vd. hallar la solución al dilema? Pues bien, haberla hayla, pero mejor se lo cuento otro día (¡Ah! y si Vd. lo sabe, no me lo ponga en comentarios, que no se lo publico, ¿eh?).
©L.A.
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