Año del Señor 2021
9 de septiembre 
 

Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

 

ÉL SIGUE AHÍ 

 

Siempre que cuido una zona de jardín me gusta que haya algo que recuerde a María o al Señor. Así, en una zona, pinté un mural con el icono del buen Pastor y en otra, con madera, construí una pequeña ermita para la Virgen de Fátima…

 

Bien, ayer me dispuse a limpiar la nueva zona invadida por una enredadera enorme, con la pena de no tener una Virgen a la que “cuidar” poniendo flores y plantas. Empecé a tirar, cortar, podar… era interminable, no conseguía encontrar el comienzo de tanto enredo. Justo en ese momento pasó sor Carmen y me dijo:

         

-En ese tronco hay una imagen de una Virgen.

 

¡Parecía que había descubierto lo que necesitaba, lo que buscaba! Aunque me parecía imposible que allí hubiese una imagen, me fíe; aparté las ramas y ¡ahí estaba! Una imagen de piedra escondida entre las ramas. Fue un auténtico regalo y todas mis fuerzas desde ese momento se volcaron en despejar la imagen. Ya no era un bosque, todo era diferente.

 

Una indicación (“en ese tronco hay una imagen de una Virgen”) fue suficiente para que dentro de mí brotase la Esperanza, para que levantase la mirada, moviese las ramas, cortase lo enredado y me alegrase en el encuentro. Aún siguen las ramas ahí, hay mucho que limpiar, pero mi mirada ha cambiado.

 

¿Cómo está tu jardín? ¿Qué te enreda? ¿Qué te preocupa? A veces es difícil encontrar el comienzo de un enfado, de una situación complicada; no sabemos por dónde cortar o arrancar. Levanta la mirada; ahí, en tu problema, está Cristo acompañándote, pero no una imagen… es Él. 

 

Queremos cortar las ramas solos, pero lo único necesario es apartarlas un poco, desviar nuestra mirada del problema a Cristo y descubrir que está ahí; y en Él encontrarás la paz que necesita tu corazón y la fortaleza que necesitas para levantarte y seguir caminando.

 

¿Dónde está Cristo? A veces pensamos que está en la solución, esperando al final de cada dificultad, pero Él está en tu jardín, en medio de la enredadera, contigo, búscale, mírale, alégrate por el encuentro, deja que te llene de Paz, Esperanza y pídele ojos para verle actuar.

 

¡Qué diferente se ve y se vive con Cristo en el jardín! 

 

Hoy el reto del amor es que descubras a Cristo en tu jardín. Entra en una iglesia, mueve tus ramas y simplemente déjate abrazar, deja que Él cargue con lo que te pesa, descansa en Él. Tu jardín cobrará un nuevo sentido, no estás solo.

 

VIVE DE CRISTO

 

¡Feliz día!

 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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