Como muchos saben, este es el título de la obra maestra de San Juan de la Cruz. Esta obra junto con la también obra maestra de Santa Teresa de Jesús CASTILLO INTERIOS ó LAS MORADAS, son la base de la espiritualidad carmelitana o del denominado Carmelo Teresiano. Las raíces de esta orden de los carmelitas, se encuentra en el profeta Elías y los posteriores eremitas que se establecieron en el monte Carmelo en Tierra santa, siendo allí en este Monte, donde se encuentra la casa madre de todos los carmelitas y de los que nos apoyamos en la espiritualidad del Carmelo, para buscar y encontrar nuestro camino hacia el Señor.

             Es esta, la cuarta glosa en la que escribo acerca de la subida al Monte Carmelo, es decir, acerca del camino que hemos de seguir para tratar de alcanzar una plena unión con el Señor, ya aquí abajo en esta vida. Para San Juan de la Cruz, el camino tiene una noche oscura, tal como más adelante nos explicará San Juan de la Cruz dándonos las razones del porqué de esa oscuridad. Esta noche ha de pasarse en dos etapas, que reciben los nombres de noche activa de los sentidos y noche pasiva de los sentidos. No se trata de dos noches distintas, sino parte de una misma noche cuyas dos partes se suceden una detrás de la otra.

             Tanto Santa Teresa de Jesús como San Juan de la Cruz, cofundadores ambos de la Orden de Carmelitas descalzos, en sus dos ramas, femenina y masculina, para explicarnos las distintas etapas por las que ha de pasar un alma en este mundo, para incluso ya dentro de él, alcanzar la unión con Cristo, utilizaron como metáforas o parangones dos temas distintos; Santa Teresa utilizó la materialidad de un castillo, en el que habría de pasarse por distintas moradas del mismo, para llegar a su interior  y San Juan de la Cruz, utilizó el paragón o metáfora de las distintas etapas que hay que recorrer para subir  a un monte, en este caso acude a la simbología del Monte Carmelo, para alcanzar su cumbre en donde se llega a la perfecta unión con el Señor

             San Juan de la Cruz, nos dice que esta subida supone al alma, el paso por una Noche oscura, la cual está compuesta por una serie de noches oscuras parciales, ya mencionadas. El emplea el nombre de noche oscura, y así textualmente nos dice: “Por tres cosas podemos decir que se llama noche este tránsito que hace el alma para alcanzar  la unión con Dios.

            La primera por parte del término de dónde el alma sale, porque ha de ir careciendo el apetito de todas las cosas del mundo que poseía, en negación de ellas; la cual negación y carencia es como noche para todos los sentidos del hombre.

            La segunda, por parte del medio o camino por donde ha de ir el alma a esta unión, lo cual es la fe, que es también oscura para el entendimiento. Oscura como la  noche.

            La tercera, por parte del término a donde va, que es Dios, el cual, ni más ni menos, es noche oscura para el alma en esta vida. Las cuales tres noches han de pasar por el alma, o, por mejor decir, el alma por ellas, para venir a la divina unión con Dios”.

            A continuación nos explica el santo Doctor de la Iglesia, acudiendo a otro parangón, que es el que se relata en el libro de Tobías (6,18-22) , en él se nos relatan en este texto bíblico, tres formas de noche, en relación con las tres noches que el arcángel San Rafael, mandó a Tobías el joven, que pasase antes de que se juntase en unión con su esposa. En la primera noche le ordenó que quemase el corazón del pez en el fuego. En la segunda, le dijo que sería admitido en la compañía de los santos Patriarcas que son los padres de la fe, privándose de todos los objetos de los sentidos. Y en la tercera noche, el arcángel le dijo que conseguiría la bendición de Dios. Estas son tres partes de noche que para San Juan constituyen una sola noche.

            Aludiendo a estas tres partes de la noche, para San Juan de la Cruz, la noche espiritual también consta de tres partes: En la primera, es la del sentido, cuando se acaba de carecer del objeto de las cosas. La segunda es la de la fe, pues transcurre en la media noche cuando la oscuridad es más intensa. La tercera es el amanecer, que es Dios mismo que todo lo ilumina.

            Para mejor comprender la estructura de las fases de la Noche oscura del alma, insertamos un cuadro ya publicado anteriormente,  que viene a continuación, en el que vemos también la relación de la clase de oración que se practique de acuerdo con la fase de que se trate.

NOCHE DEL ALMA

CARACTERÍSTICAS

CLASE DE ORACIÓN

+ Noche activa de los sentidos

+ Dominio de los apetitos.

+ Oración y Meditación discursiva.

 

 

 

+ Noche activa de las potencias del alma

+ Inteligencia.- Depuración de la fe.

+Memoria.- Vaciamiento de los recuerdos, y fortalecimiento de la esperanza.

+ Voluntad.- Depuración de los afectos de la voluntad: gozo, esperanza, dolor y temor.

+ Meditación y Contemplación.

 

 

 

+ Noche pasiva del espíritu o Noche sosegada

+ Matrimonio espiritual.

+Plenamente Contemplativa.

 

 

 

            La fase inicial, es precisamente la denominada, noche o  fase activa de los sentidos. Terminada esta comenzará la llamada fase pasiva de los sentidos. En esta fase inicial, la persona ha de purificarse de sus apetitos sensitivos El hombre tiene que morir al pecado. Puede ofrecerse para ser crucificado, pero él no puede crucificarse a sí mismo, por más que el alma se ayude, ella no puede activamente purificarse.

Es por ello,  que cuando la noche activa ha comenzado, debe esta de ser completada por la noche pasiva, esto es, el mismo Dios la completará, porque una vez que el alma abandona el gusto de las cosas de este mundo, siente algo así, como si el suelo le faltara bajo sus pies. Pero no es esto lo que sucede, sino que de hecho quedamos asentados sobre un camino más seguro, aunque tenebroso y envuelto en la noche: el camino de la fe. Es el camino que conduce a la meta, de la divina unión.

Todo esto, no son nada más que pequeñas pinceladas, de la riqueza espiritual que tiene esta obra maestra de San Juan de la Cruz, cuya lectura es imprescindible para el alma que quiera amar al Señor de tal forma que ya en esta vida quiera gozar algo del fuego de su amor que nos espera.

             Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

             Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

            La fecha que figura a continuación de cada glosa, es la de su publicación en la revista ReL, en la cual se puede leer la glosa de que se trate.

Si se desea acceder a más glosas relacionadas con este tema u otros temas espirituales, existe un archivo Excel con una clasificada alfabética de temas, tratados en cada una de las glosas publicadas. Solicitar el archivo a: juandelcarmelo@gmail.com