La sorprendente renuncia de Benedicto XVI, el penúltimo Papa de la Iglesia Católica según las profecías de San Malaquías, debe animarnos a todos a estar lo más cerca posible de Dios.
La Iglesia necesita hoy, igual que en otros momentos cruciales de su historia, de las oraciones de todos los católicos, de una intensa comunión de los santos que nos ayude a aceptar siempre, en cualquier circunstancia, la voluntad de Dios.
No es ningún secreto, por desgracia, que vivimos tiempos de apostasía, de ofensas gravísimas e indiscriminadas a Dios en su infinita bondad; tiempos en los que Satanás campa a sus anchas dentro y fuera de la Iglesia, causando estragos en tantísimas almas consagradas o no.
No es ningún secreto, por desgracia, que vivimos tiempos de apostasía, de ofensas gravísimas e indiscriminadas a Dios en su infinita bondad; tiempos en los que Satanás campa a sus anchas dentro y fuera de la Iglesia, causando estragos en tantísimas almas consagradas o no.
Sin ánimo de resultar apocalíptico, la renuncia de Benedicto XVI me ha hecho pensar en Garabandal. Sí, en una palabra maldita para muchos, pero no por ello inquietante y esperanzadora al tiempo. En San Sebastián de Garabandal, una humilde aldea perdida entre las montañas de Cantabria, dicen que se apareció la Virgen a cuatro niñas a comienzos de los años sesenta.
Al parecer, la principal vidente, Conchita González, aseguró entonces que la Virgen le había revelado que, tras la muerte de Juan XXIII, habría sólo tres Papas más en la Iglesia Católica antes del fin de los tiempos (que no del mundo), sin contar a Juan Pablo I por su breve pontificado. A saber: Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. La identidad del próximo Papa en el fin de los tiempos (que no del mundo, insisto) deberá despejarse en un nuevo cónclave tras el cese efectivo de Benedicto XVI, el próximo 28 de febrero.
Añadamos, en honor a la verdad, que las apariciones de Garabandal no han sido aprobadas por la Iglesia por razones que no vienen ahora al caso, pero sí autentificadas en su día por San Pío de Pietrelcina, Santa Maravillas de Jesús o la beata Teresa de Calcuta.
Y mientras el cónclave elige al Papa número 266 de la Iglesia Católica, remito al lector a la colaboración con la que estrené mi blog el pasado mes de julio, titulada “Pedro Romano”, donde tal vez encuentre alguna otra clave.
Remito al lector a mi nuevo Facebook https://www.facebook.com/josemariazavalaoficial
Espero que le guste. Gracias.
Espero que le guste. Gracias.