Leí en RELIGIÓN EN LIBERTAD, del 22 de Enero pasado un EJEMPLO INSÓLITO.
Vivimos en una sociedad egoísta. Cada uno va a lo suyo prescindiendo del bien de los demás.
Desde el aborto en que la madre se cree con derecho a matar a su hijo porque la estorba, hasta el político que obra ilegalmente para su provecho o de su partido.
Por eso es admirable el ejemplo del deportista español Iván Fernández, de 24 años, que corriendo en el Crosss de Burlada, el 2 de diciembre pasado, detrás del keniatra Mutai, medalla olímpica en Londres (2012), que lideraba la carrera, cuando faltaban 50 metros para la meta el keniatra se equivocó y se paró creyendo que ya había llegado a la meta y había ganado...
Entonces el español, que iba detrás de él, le empujó para que siguiera hasta el final y ganara.
Al final le preguntaron por qué no se había aprovechado del despiste del keniatra para ganar.
Contestó: “Aunque ganando hubiera conseguido una plaza en la selección española, no me hubiera aprovechado.
Lo que he hecho es mejor que ganar”.
¡¡¡BIEN POR EL MUCHACHO!!!.
JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
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