Muhammad, el violento líder guerrero que fundó el Islam, dijo: “Quien cambió su religión islámica, entonces matarlo" (Bujari 9.84.57).
Los portavoces del Islam en Occidente afirman que el Islam no castiga con la pena de muerte al apostata, pero la Sunna y la Shari´a, basándose en el Corán, pide ejecutar a aquel musulmán que apostata del Islam.
Las autoridades de la República Islámica de Irán, como las de Arabia Saudita, ambas teocracias islámicas, no tienen complejos ni obsesiones en mostrar un Islam “moderado” y suave.
El pastor cristiano Saeed Abedini de 32 años de edad se encuentra recluido en la prisión iraní se enfrenta a un futuro sombrío tras el anuncio de que su caso ha sido trasladado recientemente a un juez famoso por violar los derechos humanos y condenar a muerte a un elevado número de personas.
Saeed Abedini nació y se crió en Irán, de padres musulmanes, se convirtió al cristianismo a la edad de 20 años, se casó con una mujer estadounidense en 2002, obtuvo la ciudadanía de los EEUU. Junto a su esposa y sus dos hijos pequeños ha viajado a irán varias veces a visitar su familia. El líder cristiano ha ayudado a muchos iraníes a convertirse en cristianos y trabajar en iglesias clandestinas.
Saeed Abedini está encarcelado en la prisión de Evin, noroeste de Teherán, siendo considerada una de las cárceles más brutales de Irán y se enfrenta a la pena de muerte por el delito de “convertir a los musulmanes a la fe cristiana”.
El caso del pastor ha sido trasladado a la Sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán, y ahora está en manos del juez Pir-Abassi, que fue calificado en 2011 por la Unión Europea como un individuo sujeto a sanciones por violaciones de derechos humanos. El juez se ha hecho famoso por hacer ejecutar a muchos iraníes.
No hay quien se manifieste en Europa ante las embajadas de la República Islámica de Irán, lo que refuerza la vulnerabilidad de Saeed Abedini.
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