En la región mejicana de Chiapas está creciendo el islamismo bajo la influencia de la izquierda revolucionaria.
A mediados de la década de 1990, un grupo de resistencia izquierdista que se autodenomina El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hizo su hogar Chiapas. Sus intentos de luchar contra el ejército mexicano fracasaron repetidamente, pero los zapatistas siguen siendo muy activos en las zonas rurales del distrito. Chiapas es considerado un lugar peligroso, donde cada casa tiene un arsenal de armas propio, y al igual que muchos otros lugares en México, las calles de Chiapas se han convertido en el campo de batalla donde los señores de la droga locales y gubernamentales luchan por el dominio.
Chiapas, sin embargo, alberga un secreto aún más siniestro: También es un centro de actividad islamista radical.
De acuerdo con un empresario local, que pidió permanecer en el anonimato, se cree que en una década, Chiapas será el primer estado federal de México que dará la espalda a la Iglesia. "Los misioneros musulmanes son muy activos allí", dijo. "Es difícil saber con exactitud cuántas personas se han convertido al Islam en los últimos años."
En diciembre de 2011, las autoridades de Estados Unidos acusaron al narcotraficante libanés Ayman Juma, de facilitar la participación de Hezbollah con el cártel de Los Zetas. De acuerdo con la Agencia Antidrogas de EEUU, la DEA, Los Zetas son el cártel operativo más avanzado tecnológicamente y más peligroso en México.
El grupo islamoterrorista chiíta Hezbollah se financia con el narcotráfico ha establecido células durmientes entre la población musulmana del país mesoamericano, y mantiene una amplia infraestructura de inteligencia y bases de entrenamiento en México y otros países de Sudamérica. El grupo chiíta también está ayudando a los capos de la droga construir túneles de contrabando bajo la frontera México-Estados Unidos y las imágenes de satélite muestran que son casi idénticos a los del laberinto de túneles que se ejecutan bajo la frontera entre Gaza y Egipto.
Hezbollah también está capacitando a agentes de los cárteles en el empleo de explosivos, ayudando a los narcotraficantes mejorar sus habilidades de fabricación de bombas.
No hay que extrañarse que los narcotraficantes abandonen su religión de nacimiento, el catolicismo, y se conviertan al Islam. Lo más coherente es que los narcotraficantes se conviertan al Islam y abandonen el catolicismo, religión que no permite el exterminio del infiel, ni drogarlo.
NOTAS