Qué deliciosa película Edison, el hombre, interpretada magistralmente por Spencer Tracy, en 1940. La vida de este humilde y genial inventor estadounidense cobra hoy una rabiosa actualidad. Por desgracia.
Cuando Thomas Alva Edison perfeccionó la lámpara incandescente, en 1879, consiguiendo un filamento de bambú carbonatado que permaneciese encendido sin fundirse durante 48 horas seguidas, pensó solamente en el impagable servicio público que supondría para todos los ciudadanos que castigaban sus ojos con lámparas de gas. Tras largos años y noches sin dormir, Edison no persiguió cerrar un gran negocio sino servir al prójimo.
Cuando Thomas Alva Edison perfeccionó la lámpara incandescente, en 1879, consiguiendo un filamento de bambú carbonatado que permaneciese encendido sin fundirse durante 48 horas seguidas, pensó solamente en el impagable servicio público que supondría para todos los ciudadanos que castigaban sus ojos con lámparas de gas. Tras largos años y noches sin dormir, Edison no persiguió cerrar un gran negocio sino servir al prójimo.
Se preguntará el lector por qué hablamos de Edison, 134 años después de su invento. Pues sencillamente porque el precio de la luz acaba de subir otra vez en 20 millones de hogares españoles: un 3% con carácter general. Pero las organizaciones de consumidores estiman una subida media de entre el 5% y 6%, que se elevará incluso al 8% en los hogares que excedan el consumo medio; es decir, en los hogares habitados por familias numerosas.
Recordemos, para los desmemoriados, que el precio de la luz, sin impuestos, se encareció un 80% en España entre 2004 y 2011, según Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea (CE). El Partido Popular, entonces en la Oposición, defendió la congelación de las tarifas a capa y espada. Pero ahora hace justamente lo contrario, emulando a Zapatero.
A juzgar por sus decisiones, a los gobernantes les importa un bledo que la luz en España fuese la más cara de toda Europa en 2011, sólo por detrás de Chipre y de Malta; ni que la CE pida ahora a al Gobierno de Rajoy que suprima las tarifas reguladas, “teniendo en cuenta la obligación de prestar un servicio universal y una protección efectiva a los consumidores más vulnerables”, proclama en su informe. Por si fuera poco, la CE ha detectado que España es el segundo país donde menos confianza tienen los consumidores y el tercero con mayor nivel de incidencias debido, en su opinión, “a unas prácticas de venta agresivas y en ocasiones fraudulentas”.
Si Edison levantase la cabeza... Con semejante "bombillazo" no quedará más remedio que iluminar los hogares con velas. Y algunos ya lo hacen.
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Espero que le guste. Gracias.
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