Los cristianos que pueden huyen de Irán, algunos de ellos alcanzan Europa y piden asilo político en sus estados. Las autoridades de Suecia, que presume ser un país amante de la libertad y comprometido con los derechos de las minorías, quieren deportar al iraní Reza Jebbari, nacido musulmán, pero convertido al cristianismo, “delito” con el que se puede llegar a pagar con la vida en la República Islámica de Irán.
El gobierno sueco “se hace el sueco” y han rechazado la solicitud de asilo del cristiano converso Reza Jebbari y han ordenado su deportación a Irán.
Pastores cristianos de Suecia denuncian el caso y afirman que "personas con casos más débiles para obtener permiso para permanecer en Suecia, se les concede, pero no a Reza Jebbari".
El gobierno sueco no quiere irritar ni molestar a los ayatolas, por lo que está dispuesto a deportar a Reza Jebbari, aún sabiendo que los cristianos en Irán, especialmente aquellos que proceden del Islam y se convierten al cristianismo, son duramente perseguidos.
Se ve que no hace “progre” defender a los cristianos.
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