Con su característico tono humorístico y la profundidad propia de todas sus homilías e intervenciones radiofónicas y televisivas, que le hicieron célebre en todo Estados Unidos y una de las personalidades católicas más influyentes en los años 50 y 60, Fulton J. Sheen (1895-1979), obispo auxiliar de Nueva York y luego obispo de Rochester, consagró a la Santísima Virgen este sugerente sermón.

María como el sueño de Dios, su Madre, Esposa... es espectacular: