Cuando uno busca noticias sobre la persecución de las personas a causa de su fe, junto a noticias terribles que representan para decenas, cientos, miles de personas la pérdida de la propia vida, la de un ser querido o un daño físico o psicológico irreparable, se encuentra también este género de eventos que están ocurriendo en casa, prácticamente en casa, en el propio país de uno o en otros muy parecidos, sobre las cuales no sabe muy bien qué pensar: si vienen inspirados por un odio o una fobia insuperable, si son simplemente una manifestación más de la inconmensurable estulticia humana, o qué. Escuchen ésta porque “se las trae con avalorios”.
Según informa la agencia Christian Post, la marina de los Estados Unidos ha ordenado a sus funcionarios en una base militar en Bahrein poner fin a una tradición que viene ya de varios años atrás consistente en el encendido de un árbol de navidad, acompañado de un belén viviente en el que participan muchos niños e incluye los festejos y regalos propios de la fecha. Habiendo ocurrido el hecho, como les decimos, en Bahrein, lo que uno habría tendido a pensar es que la prohibición se producía al hilo de una protesta oficial del gobierno del país, musulmán como lo es de hecho todo el país, o algo por el estilo… Pues bien, no. La prohibición es la consecuencia directa de la protesta de… ¡¡¡unos norteamericanos!!! ¡¡¡unos norteamericanos ateos!!!
Los ateos en cuestión, como acostumbra a ocurrir generalmente, presentan la más amable de sus caras, mostrándose, en este caso, como los más celosos y preocupados vigilantes de los intereses norteamericanos. Y es que la razón aducida para exigir la retirada del belén viviente no es sino la que apuntamos más arriba, a saber, la posible queja del gobierno musulmán del país anfitrión. Es decir, más o menos, el siguiente argumento: para que no se queje el gobierno anfitrión -que por cierto hasta ahora no lo ha hecho nunca, y el festejo es ya antiguo- y te obligue a quitar el belén viviente, me quejo yo y te lo quito yo. Más o menos como el amable vecino de la puerta de al lado que para evitar que te mate el del tercero… ¡¡¡te mata él!!!
El comportamiento de los pretendidos ateos -comportamientos como el presente no revelan ni ateísmo ni agnosticismo, revelan auténtica e insuperable fobia anticristiana- es intolerable. Pero puestos a llamar la atención, la llama aún mucho más el de la autoridad militar estadounidense allanándose a petición tan absurda y contraria a la libertad y a la autonomía de las personas. Si los Estados Unidos, verdadero campeón mundial, y en toda la historia, de la libertad religiosa, -y lo digo con auténtica sinceridad porque así es, la libertad religiosa es uno de los pilares sobre los que se construyó en su día la nación norteamericana-, está así, prepárense Vds. para lo que nos queda por ver en Europa. De momento ahí queda esa pildorita.
©L.A.
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