Antes de empezar, aclarar que no he formado ni formo parte del Opus Dei. La razón del artículo es que me ha tocado, por decirlo de alguna manera, ser una especie de visitante y, con ello, sentí la necesidad de leer sobre el carisma de la obra y sacar mis conclusiones. El contacto ocasional con el Opus Dei ha sido; especialmente, en el Real Oratorio del Caballero de Gracia que se ubica, como muchos saben, en Madrid. Las veces que he ido a España he participado con ellos en la Misa. También conozco su sede en Viena y, años atrás, me tocó acompañarlos en un día de oración en Montreal, Canadá.
¿Cuál ha sido mi experiencia? Totalmente positiva. Seguramente, como en cualquier institución, habrá puntos de mejora que requieren especial atención, pero realmente creo que hacen un gran bien a la Iglesia. En el Oratorio del Caballero de Gracia me sentí como en casa. Siempre hay sacerdotes confesando y la última vez que estuve vi a varios jóvenes participando en la Misa y, después, en la adoración al santísimo. El lugar impecable y ubicado en uno de los puntos neurálgicos de Madrid lo que facilita participar a los que estamos en hoteles y otros lugares sobre la Gran Vía.
Del Opus Dei subrayo cuatro cosas que me parecen muy valiosas:
- Practicar la fe, como decía San José María Escrivá de Balaguer, en los diferentes contextos de la vida. Ósea, santificarlo todo; especialmente, el trabajo.
- Su capacidad para convocar a las nuevas generaciones. Esto es muy importante en la construcción de la Iglesia del mañana.
- Hay buen nivel de formación e incidencia social.
- Sus ubicaciones facilitan las cosas; sobre todo, en el contexto de las grandes ciudades lo que los lleva a desarrollar una sólida pastoral urbana.
No tengo mayor opinión que la de alguien que ha estado de paso; sin embargo, creo que ayudan bastante porque sus miembros realmente se involucran con la realidad social, con lo que sucede en las calles y llegan a lugares en los que no es fácil encontrarse con un católico. Hace poco, ya para cerrar, tomé un curso en línea y uno de los ponentes fue un médico y sacerdote del Opus Dei que supo responder todas nuestras dudas. Así las cosas, creo que hay que saber valorar mejor su aporte.