Viendo el número de seguirodes y la expectación causada, podemos decir que se ha producido un fenómeno mediático ligado a la apuesta que la Iglesia está realizando en las nuevas tecnologías de la comunicación. De este fenómeno destacaría tres elementos que creo fundamentales:
a) La apuesta personal del Papa por estar presente en donde están las personas. Esto no es nuevo, ya que la Iglesia siempre ha sabido ligar el Mensaje Cristiano con los cambios de la cultura que la sociedad. Estuvo ligada a todas las corrientes artísticas, se implicó en las innovaciones de la enseñanza y fue un factor decisivo a la hora de promover nuevos medios de comunicación.
b) La utilización de estos nuevos medios y la cercanía a las personas, no ha producido un cambio en el Mensaje ni en el sustrato doctrinal que sustenta a la Iglesia. El lenguaje es nuevo, pero el contenido es el mismo.
c) La Iglesia es cada vez más consciente de las oportunidades que conllevan las nuevas tecnologías de la información, tanto para hacerse presente en el mundo, como para que internamente nos sintamos más cercanos unos a otros.
La innovación comunicativa de la Iglesia es incómoda para los medios tradicionales. Esto se ha podido observar con las tergiversaciones que se han producido al informar sesgadamente de los contenidos del último libro del Papa. Miles de católicos, mediante sus blogs o en las redes sociales, han intentado dejar las cosas claras difundiendo lo que realmente dice el libro del Papa. Ya no existe una información monolítica, sino una diversidad de fuentes que pueden contrastarse.
Con la noticia de la apertura de las cuentas del Papa, muchas personas se han interesado por conectarse a twitter, lo que es muy interesante para todos. Diócesis, parroquias, movimientos y grupos católicos en general, pueden beneficiarse de este simple acto de Su Sanidad. Estando en twitter, es posible la interconexión entre muchas personas, que de otra forma, sólo nos veríamos las caras durante los tres cuartos de hora de la misa dominical y eso de vernos las caras, es opinable.
Ahora hay que estar atentos para saber entrar en la ola que se ha creado y dar sentido a la comunicación intra y extra eclesial, que las redes sociales nos ofrecen. Ánimo, el continente digital está más cerca que nunca.