1. Amarás el dinero, el lujo y la buena vida con todo tu ser, con toda tu alma, y sobre todas las cosas.
2. Tomarás el nombre de Dios en vano, viviendo como si no existiera.
3. Santificarás los fines de semana con una excursión, para ir a misa no hay tiempo y ya no está de moda.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre mientras los puedas necesitar. Luego los amarás de lejos, llamándoles por teléfono (para pedir fondos) y buscándoles un asilo para el fin de sus días, para así, libre de preocupaciones, puedas vivir tu vida.
5. Pisarás a todo el que se te ponga por delante (si no te pisarán). El mundo es de los fuertes. ¡El que venga detrás que espabile!
6. Disfruta de sexo lo más y mejor que puedas. Ya que vas a vivir cuatro días, hay que aprovecharlos al máximo. Tu cuerpo es tuyo y el de los demás, si lo puedes pescar.
7. Aprovecharás todas las ocasiones que se te presenten para ganar todo el dinero que puedas, sin reparar en medios. El negocio es el negocio. La pela es la pela. Tanto tienes, tanto vales. Sin dinero serás un Don Nadie.
8. Vivirás de las apariencias y del disimulo como la mayoría. La calumnia hace feo, pero hay zancadillas muy bien puestas que no ve el árbitro.
9. ¿Por qué no vas a poder desear la mujer de tu prójimo? ¿O el hombre? Tonto el que deje escapar la ocasión. Si no te aprovechas, te pueden tomar por un infeliz reprimido, cobarde o de otra época
10. Nunca dejes de codiciar todo cuanto te apetezca. Si te guías por la moral evangélica no podrás medrar gran cosa. De los triunfadores es el éxito, la fama... y las grandes cuentas corrientes.
Estos 10 mandamientos se encierran en 2:
-Haz lo que te dé la gana. Hoy vale todo ¿No eres libre?
-Y los demás... que se apañen.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN