Desde mediados del decenio de 1980, más de 20.000 musulmanes chiítas, sufíes, ahmadíes, cristianos e hindúes han sido asesinados por musulmanes sunitas en Pakistán del grupo yihadista Takfiri Deobandi.
Según estimaciones, por lo menos el 30 por ciento de los 20.000 chiítas asesinados por sus correligionarios musulmanes sunitas son niños o menores de edad (menores de 18 años o menos), lo que resultan unos 6.000 niños asesinados por islamistas.
Muchos grupos pakistaníes e internacionales guardan silencio sobre el genocidio entre correligionarios musulmanes en Pakistán, y en otros países musulmanes.
Arabia Saudita, aliado de Occidente, financia, pertrecha y adoctrina a los grupos musulmanes sunitas de Takfiri Deobandis y Takfiri Salafista que han ejecutado, sólo en Pakistán, a más de 20.000 personas, la mayoría correligionaria aunque de distintas sectas musulmanas. Arabia Saudita también financia, junto con Irán, a Hamás para asesinar judíos, y las madrassas –escuelas coránicas- alrededor del mundo, en las que se adoctrinan a los niños musulmanes en el odio a los “infieles” (judíos y cristianos) y en el amor al Yihad, a la guerra santa contra los infieles. Asimismo los petrodólares de Arabia Saudita sufragan multitud de mezquitas por todo el orbe en las que se enaltece a sus fieles el Yihad y el aborrecimiento a lo no-musulmán.
NOTAS
http://abna.ir/data.asp?lang=3&id=365815