Una noche de este pasado verano conversaba de cristianismo con una persona. En un momento dado me “disparó” sin venir a cuento esta “objeción”:
"Es que la Iglesia ha de ser de los pobres…"
Lo que debía haber hecho era mirar de arriba a abajo a esa persona con una sonrisa, en silencio. Y cuando me hubiera preguntado qué miraba tan divertido, responder así:
"… es que no veo que vayas con sandalias… y además vienes en un buen coche…"
No lo hice así, pero lo haré la próxima vez. Hay (bastantes) personas a las que cuando les hablamos de Cristianismo nos salen con tales “objeciones”. En el fondo, se trata de personas que repiten tonterías. Y como tales tonterías que dicen, así hay que responderles.
Athos