Ecclesia Digital
Redacción ACI Prensa, 9 de enero de 2019
Mons. Sergio Contreras Navia. Crédito: Comunicaciones Obispado de Temuco
El sábado 5 de enero, víspera de la Solemnidad de la Epifanía, falleció a los 91 años monseñor Sergio Contreras Navia, obispo emérito de Temuco (Chile), quien se destacó por su cercanía a los pueblos originarios, especialmente la comunidad mapuche.
El obispo residía en el Hogar “Nuestra Señora del Carmen” de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en Temuco, donde pasó sus últimos días muy deteriorado de salud.
Su cuerpo fue velado en la Catedral de Temuco, donde al día siguiente el Obispo local, Mons. Héctor Vargas, ofició la Misa de Exequias acompañado de cientos de fieles y representantes del pueblo mapuche que realizaron una rogativa en su lengua y según su costumbre.
“Agradecemos a Dios habernos regalado tantas bendiciones y gracias a través de este pastor, que, haciendo vida su lema episcopal, nos demostró hasta el final de sus días que ‘no vino a ser servido, sino a servir’”, expresó Mons. Vargas en su homilía.
“Defensor apasionado de los derechos humanos, especialmente del pueblo mapuche. Siempre desde la fe y la persona de Jesucristo, a quien amó entrañablemente. Gastó su existencia al servicio de los demás, particularmente de los más pobres y humildes. Fue un gran amigo y maestro en el ministerio pastoral de otros obispos”, destacó.
Tras la Eucaristía, se realizó una procesión por los alrededores de la Plaza de Armas y finalmente, de regreso en la catedral, el féretro instalado en la cripta, donde descansan los restos de Mons. Prudencio Contardo, primer Obispo de Temuco.
Mediante un comunicado, la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) dijo que Mons. Contreras Navia fue un “incansable trabajador por los derechos humanos, la opción preferencial por los pobres, la cercanía a los pueblos originarios y la búsqueda de justicia y paz en la Araucanía”.
Breve biografía
Sergio Contreras nació en Valparaíso el 27 de Abril de 1926. En 1950 egresó de ingeniería en la Universidad Técnica Federico Santa María. Posteriormente ingresó al Seminario de Santiago y fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1957.
“Mis asesores espirituales no me dejaron partir al seminario inmediatamente, sino que me recomendaron concluir mi carrera. De hecho, cuando me titulé, vine a recibir mi certificado con sotana”, comentó durante una visita que realizó a su universidad en 2004.
Como sacerdote fue asesor diocesano de Universitarios Católicos y colaborador de la Juventud Obrera Católica (JOC). También fue asesor nacional de la JOC y viceasesor nacional de la Acción Católica Cristiana.
El 21 de noviembre de 1966 fue nombrado Obispo de Ancud por el Papa Pablo VI, donde tomó posesión el 14 de enero de 1967. Luego fue Obispo Auxiliar de Concepción entre los años 1974 y 1977.
El 28 de diciembre de 1977 fue trasladado a la Diócesis de Temuco, donde estuvo hasta el 3 de noviembre de 2001. Durante su mando se ordenaron 46 sacerdotes, se crearon 200 capillas y se reconstruyó la Iglesia Catedral que fue destruida por el terremoto de 1960.
En varias ocasiones la comunidad mapuche pidió a Mons. Contreras ser mediador entre ellos y el Estado de Chile. El 21 de octubre de 2001, al despedirse de las autoridades de la región, señaló que la problemática indígena fue una de las materias más importantes de su gestión e instó a buscar los puntos en común para resolver el conflicto.
Como obispo impulsó el apostolado de los laicos y la promoción humana y cristiana de los más desposeídos. Además, mantuvo un comité de solidaridad con el fin de velar por la protección de los derechos humanos durante la dictadura militar.
Mons. Contreras participó en los sínodos de obispos de 1971 y 1974 y fue durante un tiempo Secretario de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh). Además fue Presidente de Caritas Chile entre los años 2003 y 2006.
Su lema episcopal fue “No he venido a ser servido, sino a servir”.
Descanse en paz.