Reconozco que cuando Joseph Fadelle, el converso iraquí autor del interesantísimo libro autobiográfico "El precio a pagar", hizo alusión durante su conferencia en Barcelona de hace unos meses a los miles de musulmanes que abrazaban la fe cristiana, recogí el comentario con un cierto escepticismo. Si es así, pensé, lo que está claro es que no sale en las noticias.
Pero hoy leo el comentario de Rino Cammilleri, haciéndose eco de las declaraciones a Il Giornale de otro converso, Magdi Cristiano Allam, en el mismo sentido. Allam recuerda las declaraciones del jeque Ahmad al-Qataani, entrevistado por ‘Al Jazeera’ en 2006, dando las siguientes cifras: "Cada hora 667 musulmanes se convierten al cristianismo. Cada día 16.000 musulmanes se convierten al cristianismo. Cada año 6 millones de musulmanes se convierten al cristianismo".
Y añade Magdi Cristiano Allam: "Son innumerables las denuncias hechas por musulmanes que desean recibir el bautismo pero se encuentran frente al rechazo de sacerdotes católicos que no quieren violar las leyes de los países islámicos que prohiben y sancionan con la cárcel e incluso en ocasiones con la muerte tanto a quien hace obras de proselitismo como a quien incurre en el "delito" de apostasía".
Y no se trata sólo de cobardía, sino que en muchas ocasiones es prudencia ante las repercusiones que estos bautismos pudieran tener en las comunidades católicas, como bien se ve en el libro de Fadelle. En cualquier caso, si estas cifras son ciertas, la situación acabará por estallar, demostrando que el don de la fe suele saltarse los planes pastorales.