Parece mentira, pero ésa es la impresión que dan; por lo menos, a mí.
Hace siete años, los socialistas promulgaron una ley, a mi modo de ver, absurda y destructiva del matrimonio, no sólo del religioso sino también del civil.
Con motivo de la promulgación de la ley, dije: “Hace un tiempo que se ve una orientación de las leyes que van apareciendo, que están en contra del derecho natural. Y aparecen, entre otras, leyes que dan a las madres, incluso a las niñas-madres, el derecho a suprimir la vida del hijo que llevan dentro, o leyes equiparando las uniones homosexuales al matrimonio, concediendo a estas uniones el derecho de adopción de niños, aparte de otras leyes que no son del caso. Se basan en la libertad de los que piden se les reconozcan estos derechos y se respeten”.
Cuando la promulgación de la ley sobre las uniones homosexuales, equiparándolas al matrimonio, el P P presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Hace unos días salió la sentencia rechazando el recurso. Inmediatamente, el Psoe dice que el PP ha sufrido una gran derrota, y Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, dice que no cambiará la ley.
La verdad es que no salgo de mi asombro. ¿Cómo es posible que el PP recurriese la ley y ahora el Ministro de Justicia dice que no la va a cambiar?
¿Lo ha dicho sin consultar con el Presidente del Gobierno, o por su cuenta? La verdad, no lo entiendo.
Lo que ha sentenciado el Tribunal es que la ley no es anticonstitucional, a pesar de que la Constitución dice que el matrimonio está formado por un hombre y una mujer (no sé cómo el Tribunal compagina su sentencia con la Constitución).
Pero lo cierto es que nuestro Gobierno no quiere cambiarla aunque pueda. Y aquí hago unas preguntas:
¿Ha pensado el Gobierno en las consecuencias que esto puede tener?
¿Es consciente de la gravedad de esta ley? Supongo
que sí, porque la recurrió.
¿Es consciente de que con esa ley se está socavando el valor de la familia?
¿Es lógico que cualquier tipo de unión homosexual pueda adoptar niños?
¿Le gustaría a Ud. señor Presidente del Gobierno y a cualquiera de los miembros del mismo, que un hijo suyo, caso de que tuviese que ser adoptado, lo fuese por una pareja homosexual?
¿Y no les parece, señores Ministros, que estaría muy bien que en vez de preocuparse tanto de problemas económicos que por cierto son muy graves, se preocupasen también de reformar otras leyes, entre ellas, la del aborto?
¿Es que la supresión de vidas humanas realizada por el aborto, no es también un problema muy grave y urgente?
¿No estaría bien que afrontasen estos problemas y que difundiesen por los medios la dignidad del hombre, de todo hombre, y se dejasen de oír todo eso que dicen de la libertad de la madre o de la igualdad del hombre y de la mujer, en última instancia, para hacer lo que quieran? Libertad e igualdad, pero de los niños ¿qué?
Alguien que acaba de leer el artículo, ha comentado: Es pura lógica
José Gea