¡Feliz día de la Hispanidad! Hoy celebramos que la fe llegó de España a América. Y no seamos presuntuosos los españoles, también aquí llegó de Jerusalén traída por el Apóstol Santiago, animado por María desde el Pilar. Pero, ¿por qué tanta leyenda negra española?

Fueron cientos los misioneros españoles en América. Hombres que hicieron grandes renuncias en sus vidas para poner a Cristo y el anuncio del Evangelio como el principio y fundamento de su existencia. Habían descubierto el tesoro, la perla preciosa, ¿qué importaba ya lo demás? Tenían el convencimiento de que Cristo libera y hace plena la vida de quien acoge su Palabra. Se lanzaron a las penurias por mar y tierra para llevar al corazón de cada persona el amor sanador de Jesús. Eran hombres santos. Esa santidad es la que escribe la verdadera historia.

La leyenda negra viene a dar la vuelta a lo que ellos hicieron, a ponerles como demonios, a borrar todo su rastro de santidad en la historia. En el fondo de esta leyenda negra hay un gran odio a la fe porque esta es el gran bastión con el que acabar para lograr sus propósitos. La fe hace reconocernos como hermanos, hijos de un mismo Padre. Por eso es lo único que pudo unir a todos los pueblos hispanoamericanos. La fe es la raíz de una historia común de la que sentirnos orgullosos y sobre la que seguir construyendo el futuro.

Si alguien quisiera dominar y someter a los pueblos hoy, ¿que tendría que hacer Destruir lo que es el fundamento que sustenta todo: la fe en Cristo, verdadera roca.

La leyenda negra es la herramienta de las ideologías anticristianas que hoy quieren tiranizar a los pueblos. Va a la raíz histórica, la cambia para construir una historia nueva en la cual los “nuevos santos” son los nuevos poderosos llenos de ego. Su ideología es el nuevo diosecillo, un tirano al que dar la vida sin más fruto que el odio a los demás, a uno mismo y al Dios verdadero. No dejan libertad a ninguna conciencia, destruyen la libertad en nombre de la libertad. No les importan los pobres pero utilizan a los pobres. Dicen que nada es pecado pero lo van prohibiendo todo. Prometen el paraíso, traen más sufrimiento. Hablan de riqueza, crean miseria.

Acabar con la fe pasa por acabar con la historia de España, la leyenda negra lo busca. Porque España, con sus errores, siempre se ha mantenido fiel a la fe frente a las rupturas que asolaron Europa y el mundo. Por eso difaman a los santos cambiando la historia.

Tengamos temple. La batalla es espiritual. La historia cuenta como Virgen del Pilar se apareció al Apóstol Santiago para darle aliento y ánimo en la difícil prueba de su viaje. Ella, refugio de pecadores que quieren ser santos, nos de aliento y ánimo para ser fieles a Cristo hasta el final y no dejar de anunciarle.