Miles de cristianos evangélicos procedentes de 90 países del mundo desfilaron por el centro de Jerusalem en una marcha festiva para mostrar su apoyo a Israel y a una Jerusalem unida, en un tradicional acto que tiene lugar cada año durante la fiesta judía de Sucot.
La colorida fiesta se inició en el parque Saker, adyacente al Parlamento, donde se congregó una muchedumbre en la que resaltaban las banderas de decenas de países y participantes con trajes tradicionales, pancartas, panderetas o tambores, que gritaban consignas de apoyo a Israel.
"Cinco mil personas de 90 países distintos participan este año en la marcha para mostrar el amor y apoyo a Israel y a los israelíes", señaló David Parsons, portavoz de (evangélica) Internacional.
Parsons indicó que más de una docena de países latinoamericanos participaron en la marcha, entre los que destacaba un grupo de cerca de 1.300 brasileños enfundados en las características camisetas amarillas de su selección nacional.
Según Parsons, los participantes también pretenden expresar con esta marcha su deseo de que "la ciudad de Jerusalén permanezca unida".
"Siento que el pueblo de Israel ha sido muy democrático, se vive un ambiente de paz y tranquilidad y la gente de distintas religiones y creencias puede convivir en paz", dijo Yenri Zapata, llegada de Costa Rica en su primera visita al Estado judío, e instó a todo el mundo "a orar por la paz en Israel".
El organizador del grupo español, Samuel del Coso Román, explicó por su parte que han venido "a consolar a este pueblo (...) a que ellos sepan que no están solos".
"Leyendo , uno ama al pueblo de Dios", dijo Del Coso, que se considera descendiente de judíos conversos.
A los extranjeros llegados de todo el mundo se unieron otros miles de participantes israelíes bajo la bandera de empresas, clubes deportivos e instituciones locales.
La marcha contó igualmente con la presencia del intendente de Jerusalem, Nir Barkat.
Con motivo de la manifestación, las autoridades locales cerraron al tráfico rodado el corazón de la parte oeste de la ciudad.
Más de un millón de personas, entre israelíes y extranjeros, han visitado Jerusalem durante de los Tabernáculos o de las Cabañas (Sucot), en la que los judíos recuerdan el éxodo de los israelitas de Egipto hace unos 3.000 años, según el relato bíblico.
Durante las festividades del Sucot, que se iniciaron el pasado domingo y se prolongarán hasta el próximo lunes, la actividad del país se encuentra a media marcha y muchos aprovechan para tomar vacaciones laborales o celebrar las fiestas en reuniones familiares.
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