Qué pregunta, ¿verdad? Pues bien, une a todos ellos llevar en el nombre la referencia a un punto cardinal, -no siempre acertada, además-, la cual, contemplada en clave histórica, incluso dice mucho de los propios lugares que portan el nombre.
Empecemos por el caso más sencillo, Uruguay. El nombre oficial de Uruguay es República Oriental del Uruguay. ¿Oriental respecto de qué? Oriental respecto de la Argentina, claro está… toda una declaración de intenciones. Podría haber sido República Occidental del Uruguay (respecto de España) o República Meridional del Uruguay (respecto del Brasil), pero es República Oriental del Uruguay (respecto de Argentina). Por cierto, parece que Uruguay significaría "Río de los Pájaros", como Paraguay significaría "Río de los Caracoles". Donde no deja de llamar la atención que el Guay guaraní signifique "río", exactamente igual que el "Guad" de los árabes, y los dos, a su vez, tan similares a la palabra latina "aqua".
Vayamos ahora con el Magreb. “Magreb” es un vocablo procedente de la lengua árabe que significa “oeste”, “occidente”, y que, sin embargo, da nombre a los países del norte de África, los cuales, -contemplados, eso sí, desde Arabia, península desde la que se expande el islam a Africa-, constituyen, efectivamente, el occidente islámico.
¿Y Austria? ¿Qué significa Austria? Austria es la españolización del alemán Österreich, que análogamente a lo ocurrido con Uruguay, que es "la república oriental", significa "reino oriental", "reino del este" (de Öst=este y Reich=reino), es decir, mismo punto cardinal, pero distinto régimen político. ¿Oriental respecto de qué? Oriental respecto del gran universo germánico de Centro Europa, de Alemania incluso, si quieren Vds..
Y por último, el caso más curioso de todos. El de Australia. Desde el principio de la exploración del inmenso océano Pacífico por los españoles en completo monopolio durante prácticamente un siglo, el XVI, se iba buscando la Terra Australis, es decir, la tierra del sur, constituída en una más de las muchas quimeras que animaron y promovieron la exploración española del Nuevo Mundo: Eldorado, la Tierra de la Canela, la fuente de la eterna juventud, etc. etc. El caso es que el primero que le da a Australia el nombre por el que hoy es conocido es el marino de origen portugués al servicio de la Corona Española Pedro Fernández de Quirós, quien cuando en el año 1606 toma posesión de las Nuevas Hébridas llama así a los nuevos territorios… ¡pero no por ser australes, sino en honor a la casa de los Austria que reina en España! De hecho, el nombre entonces no es propiamente “Australia”, sino “AustrIAlia”, y así figura en la portada y en el texto del informe que envía Quiroz al Rey Felipe III informando de sus descubrimientos. Pero es que ya hemos tenido ocasión de ver que ese Austria del que procede el nombre de la tierra Australia, significa en realidad “reino del este”, no tierra del sur. Con lo que vemos así convertida la que en realidad es la tierra del sur, Australia, en la “tierra del este”.
Y con estas paradojas etimológicas tan curiosas, me despido hoy de Vds., no sin desearles una vez más, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.
©Luis Antequera
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