Con toda energía y henchido de ardor patriótico, le ha espetado apenas la semana pasada el Sr. Rubalcaba al Sr. Mas ante sus continuas bravuconadas insoportables ya para los españoles y no digamos para tantos catalanes, que los socialistas estarán “abiertos al diálogo, pero si lo que quiere es romper [con España] nos tendrá delante”. Y uno piensa: que bonito, por fin una declaración pro-España desde las filas del pesoísmo. ¿No es hermosa la vida?
 
            Les presento a continuación una interesante tabla en la que relaciono dos datos con mucha más enjundia de la que muchos puedan imaginar: el número de escaños obtenidos por PSOE y PP en País Vasco y Cataluña en todas las elecciones generales desde 1993, y el número de escaños obtenidos por dichas formaciones en esas mismas elecciones pero a nivel nacional, es decir, en toda España. Y en las dos filas de abajo, la diferencia de escaños del PSOE sobre el PP en un ámbito y en otro.

            ¿Qué tenemos? ¡¡¡Chan ta ta chan!!! ¡¡¡Este interesantísimo resultado!!!
 
 
 
1993
1996
2000
2004
2008
2011
PSOE Cataluña
18
19
17
21
25
14
PP Cataluña
8
8
12
6
8
11
PSOE
País Vasco
7
5
4
7
9
4
PP
País Vasco
4
5
7
4
3
3
Diferencia a favor PSOE en las dos regiones
13
11
2
18
23
4
Diferencia a favor PSOE en España
18
(15)
(58)
16
15
(76)
 
 
            ¿Cómo interpretar los datos que les presento? Pues bien, les voy a dar algunas pistitas. Por ejemplo: ¿se dan Vds. cuenta de que sin los resultados de País Vasco y Cataluña, Zapatero no habría existido en la vida pública española? En 2004, las nefandas elecciones del 11-M, el pesoísmo aventajó al PP en las dos regiones citadas en 18 escaños, mientras que a nivel nacional sólo lo hizo en 16, lo que quiere decir que con una Cataluña y un País Vasco independientes, las habría perdido. En 2008, la ventaja en esas mismas regiones fue aún superior, de 23 escaños, mientras que a nivel nacional la diferencia fue aún menor, de 15, lo que quiere decir que con una Cataluña y un País Vasco independientes, las habría perdido por 8 escaños.

            No es la única conclusión que se extrae de la tabla: la segunda es que sin País Vasco y Cataluña el pesoísmo no habría ganado unas elecciones… ¡¡¡desde el año 1993!!! ¡¡¡hace ya veinte años!!! ¿no es increíble? Y aún ellas, por 5 escasos escaños…

 
           Las cosas como son: al pesoísmo lo que ocurra en Cataluña, o en el País Vasco, le importa un bledo. Si lo piensan Vds. un poco, el “estaremos abiertos al diálogo” de la primera parte del aserto que presentamos arriba, no es sino la versión rubalcabita del zapateril “aprobaré Pascual cualquier cosa que venga del Parlamento catalán” formulado en estos términos poco más o menos: “¿Qué quieren Vds. estado federal? Pues vale. ¿Que Puerto Rico? Pues sea. ¿Qué les gusta Quebec? Pues concedido. ¿Qué quieren Quebec hoy, Puerto Rico mañana, y pasado otra vez Quebec? ¡Y por qué no! ¿Que necesitan más pasta? ¡Faltaría más! Pero eso sí, de independencia nada ¿ein?. Un poquito de seriedad con esos votitos y esos escañitos monísimos que nos vienen de Cataluña y del País Vasco, que sin ellos nos vamos a pasar los pesoítas sin pisar moqueta más tiempo que con Franco, y tampoco es eso ¿ein?” .
 
            ¿A que ahora entiende Vd., amigo lector, mucho mejor la súbita conversión de Rubalcaba al más burgués, retrógrado y faccioso de los nacionalismos españoles? A este paso, hasta bandera le veo jurando al muchacho…
 
 
            ©L.A.
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