Cabe preguntarse: ¿Y si hubiéramos aplicado esa ideíca a la guerrilla callejera de los cachorros de ETA, tan normal durante demasiados años en las calles de las ciudades vascas? ¿Por qué esa "normalidad" debía ser combatida y no ésta?
Evidentemente, porque se ha hecho un juicio moral previo sobre la cuestión. Y está claro cuál es el que se ha hecho desde el PP vasco.
Eso de que "lo normal es bueno" y por tanto, objeto de reconocimiento y protección por parte de las leyes, es una tontería como un piano.
Una pena, desde luego. Cosas de la "política pop".