Llevo un tiempo ya acompañando, tratando y orientando a hombres maduros y jóvenes con problemas de atracciones homosexuales.
La verdad es que nunca lo busqué… Fueron ellos los que me buscaron a mi, yo entendí que no podía dejarles de lado, mi responsabilidad era y es ayudarles.
Por las observaciones que he ido haciendo y partiendo desde una concepción cristiana del hombre, quiero compartir con ustedes un descubrimiento, y es que LA HOMOSEXUALIDAD NO EXISTE. Mas bien se trata de un concepto social que de una realidad intrínseca del hombre.
La homosexualidad no es equiparable a la heterosexualidad. La primera, no es mas que una disfunción sexual. Los hombres sanos afectivamente y emocionalmente, no tienen impulsos homosexuales, sin embargo, los homosexuales sí tienen impulsos heterosexuales conscientes o no. Y es que no son mas que heterosexuales con un bloqueo en la esfera afectiva y emocional de su persona.
Otro apunte es que LA HETEROSEXUALIDAD TAMPOCO EXISTE. Dios creó el hombre para la mujer y la mujer para el hombre, punto. Ese es el diseño original, recto. Pero esto no es “heterosexualidad” simplemente es “naturalidad”, no tiene nombre. ¿Por qué no tiene nombre? Porque el nombre se le da a las cosas para diferenciarlas de otras, el color “blanco” se llama así porque hay que diferenciarlo, de no existir otros colores, no habría que llamarlo “blanco”.
De la misma manera, somos nosotros que ante las desviaciones sexuales, hemos tenido que dar un nombre al diseño original: heterosexualidad.
Hay hombres que llevan una vida heterosexual, esposa e hijo, y luego acaban yéndose con un hombre. Es más habitual de lo que pensamos.
Pero, ¿Cuántos homosexuales dejan a su novio, se van con una mujer, se casan y forman una familia? Aún no los conozco, los únicos a los que esta posibilidad les es posible, son aquellos que pasan por la Terapia Reparativa. El hecho de que no haya igualdad en el trasiego de padre de familia a homosexual, y de homosexual a padre de familia, es un claro indicio de que no estamos hablando de simplemente un gusto sexual rodante.
Otro punto que quiero refrescar y que tengamos en cuenta es que, ¿Por qué sí es normal que un hombre que llevaba una vida heterosexual, finalmente acabe inverso en el mundo gay? Lo digo con conocimiento de causa. Conocí a un chico que tenía mucho éxito con las chicas. Tuvo infinidad de novias, promiscuo como él sólo, pero finalmente se decantó por los hombres. ¿Por qué ponen en duda que se pueda dar la misma situación al revés? Y sí, sí se pone en duda. ¿Nunca han escuchado eso de “Quien prueba repite…”? Declaración que suele ir acompañada con ironía que insinúa que quien ha llevado una vida gay, muere gay.
La verdad es que quien prueba la felicidad auténtica de vivir de acuerdo a lo que uno es con todas sus consecuencias, es decir, ser hombre, no solo repite, sino que permanece.
Otra pregunta para seguir pensando juntos, ¿Por qué un hombre casado, con inclinaciones homosexuales, ha de recibir ayuda para “aceptarse”? ¿Por qué no recibir ayuda para revertir esa situación? La verdad es que muchos lo están haciendo, de mi mano y de la mano de otras personas.
La pregunta la hago a modo de protesta, quiero que nos demos cuenta de la doble moral, y de lo grave que es negar a una persona la posibilidad del cambio y sus elecciones propias usando la mentira del que el cambio no es posible. Lo ideal sería, que ambas opciones, puedan coexistir, huyendo del totalitarismo ideológico.
Otra cosa, ¿Por qué la Seguridad Social debe costear una operación de reasignación de sexo? Para empezar, ya que tanto recurren al fraude en el que la OMS despatoligizaba la homosexualidad, ¿Por qué no decir que la Transexualidad, sigue siendo tratada como patología bajo el nombre de “disforia de género”?
Por cierto, tengamos en cuenta que invertir en la Terapia Reparativa, es más barato que en reasignación de sexo, que para los tiempos de crisis que corren no deja de ser un aspecto importante a tener en cuenta, nótese ironía.
Las preguntas tienen la intención de despertar conciencia hacia la preservación, promoción, y defensa del derecho a la libre elección sexual, y como no a la defensa de los profesionales, psicólogos, psiquiatras y también aquellos que estamos implicados en una tarea de acompañamiento de personas con problemas de identidad, AMS, (Atracción al mismo sexo).